TIMIDEZ Y ANSIEDAD SOCIAL
La timidez y la ansiedad social están relacionadas, pero no son conceptos idénticos. La timidez es una tendencia a retraerse o sentirse incómoda en situaciones que tienen que ver con contactos impersonales, tales como: conociendo a gente nueva, hablando por teléfono, siendo asertiva, enfrentando un conflicto o hablando de sí misma. La timidez también se asocia con ser introvertida.
La ansiedad social se refiere a experimentar nerviosismo o desasosiego en situaciones que puedan suscitar el ser observada, estructurada o juzgada por otros o ser el centro de atención. Cuando alguien se siente ansiosa en situaciones sociales, una gran variedad de síntomas físicos pueden aparecer, tales como: sudor, temblor, sonrojos, reír y hablar atropelladamente, tartamudeo; es posible que estos síntomas despierten pensamientos de ansiedad más intensos que impulsen a evitar la situación.
Este ciclo puede empezar al procurar no enfrentarse con situaciones inciertas o con algunas conductas protectoras, aunque estas conductas son efectivas para reducir sentimientos de ansiedad a la larga no te ayudan a comprender que la situación es mucho más manejable de lo que se piensa. Entre más se evite enfrentar situaciones desagradables, será más difícil encarar la realidad.
LAS CAUSAS DE LA ANSIEDAD SOCIAL
Nadie sabe exactamente cuáles son las causas implícitas de la timidez y la ansiedad social, ya que son complejas y probablemente difieren en algo en cada persona. Uno de los factores que puede explicar la transmisión de la ansiedad social es la genética. Rasgos asociados con la introversión tienden a ser heredados.
¿Cuándo son consideradas como un problema? La mayoría de las veces, la única consecuencia de la ansiedad social es la molestia que la persona experimenta en ciertas situaciones; en muchos casos esta ansiedad no es notada por la gente y los síntomas no intervienen en la función de las personas. Si alguien nota la ansiedad o la timidez en otro, su reacción no es ofensiva. En algunos casos un poco de ansiedad o timidez pueden ser vistos como una señal de modestia.
La ansiedad social llega a ser un problema cuando se manifiesta con demasiada frecuencia e intensidad que impidan a la persona funcionar con eficiencia. Cuando llega a ser un problema significativo se le califica como una fobia social.
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