¿DEJAR PARA DESPUÉS?...
¿Te sientes inquieta o culpable por no hacer lo que debes hacer?, ¿es tu costumbre posponer o retrasar lo planeado?, ¿estás causando problemas a otros? La costumbre de aplazar las tareas tiene un alto costo: estrés, baja autoestima, preocupación y metas frustradas. El posponer no es una parte heredada de tu personalidad, simplemente es un hábito que te está dificultando alcanzar tus metas.
Si contestas afirmativamente a una o más de las siguientes preguntas, te vas a dar cuenta que estás actuando sin precisión: