"NO DEJES PARA MAÑANA…"
El posponer es un juego -un juego que consiste en ignorar, aplazar, olvidar. Este mecanismo es evidente cuando tienes algo importante que hacer, que debe ser hecho, y al no hacerlo te enfrentarás con un problema.
Hay una serie de miedos que pueden paralizarte y probablemente sean el motivo de tu tendencia a posponer. Lo más efectivo para eliminar estos obstáculos es encararlos, verlos con claridad y combatirlos:
MIEDO A LO DESCONOCIDO. Este miedo es probablemente el más común. Algunas veces las circunstancias actuales son problemáticas y estresantes, pero aun así son más fáciles de manejar que lo desconocido. Algunas personas posponen terminar con relaciones abusivas o empleos destructivos porque prefieren soportar la situación que enfrentarse con "lo que puede ser". Muchas personas rechazan metas valiosas simplemente porque no quieren correr el riesgo de sentirse mal si es etiquetada como tonta o floja.
MIEDO A COMETER ERRORES. Este miedo inhibe a la gente. No comprenden que los errores nos enseñan lecciones importantes, nos muestran que tiene que haber otra manera de hacer las cosas y se deben aceptar.
MIEDO A TOMAR DECISIONES INCORRECTAS. Has escuchado a otros y algunas veces a ti misma decir con pena: "Aún no me he decidido a….cambiar de trabajo….a ponerme a dieta… a ahorrar en gastos, etc. Muchas personas prefieren que otros tomen las decisiones por ellas, pero en realidad las decisiones personales no pueden ser tomadas o hechas, sino por la propia interesada.
MIEDO AL ÉXITO. Este temor es una de las causas más sutiles para posponer. Algunas personas piensan consciente o inconscientemente que el éxito tiene connotaciones negativas. Otras que al tener éxito se establecen expectativas que deben continuarse -o tener éxito en todo lo que hacen.
MIEDO A TERMINAR. Ciertas personas piensan que tan pronto como terminen alguna encomienda, les van a asignar otro trabajo fastidioso. También temen que el proyecto que están por entregar no resulte del todo satisfactorio.
¿CÓMO CONQUISTAR EL MIEDO? Primero identifícalo, y luego ponle nombre. Piensa en lo peor que te pueda pasar, de seguro vas a sobrevivirlo, quizás hasta puedas aprender de él y de esta manera empezarás a tener control en tu vida.
Agradeceremos envíes tus comentarios a:
institutomariacristina@prodigy.net.mx
