El emperador Akihito de Japón celebró el domingo sus 79 años de edad y dijo que le preocupaba el envejecimiento de la población nacional.
Akihito se compadeció de los ancianos en la gélida región norteña del país que pasan su segundo invierno desde el terremoto y el tsunami de 2011 que devastó el área costera de la zona.
Akihito y la emperatriz Michiko pasaron el año pasado casi dos meses visitando a personas desalojadas por el desastre.
"Uno de los aspectos sociales de preocupación es la población que envejece rápidamente. Creo que el problema es particularmente serio en las áreas rurales distantes de las ciudades", dijo Akihito en un comunicado con motivo de su cumpleaños.
Señaló que entre las decenas de muertes atribuidas a las nevadas del año pasado hubo muchos ancianos que fallecieron mientras retiraban nieve.
"Yo mismo observé que en los últimos años me he vuelto más propenso a tropezar cuando camino por senderos montañosos", expresó.
Akihito dijo también que su recuperación de la derivación quirúrgica en el corazón que tuvo en febrero le enseñó que el ejercicio es importante para que los ancianos se mantengan en forma. Por consejo médico, agregó, continúa con sus caminatas matutinas y realiza ejercicio con regularidad.
Un año después del desastre de 2011, en una docena de localidades afectadas aumentó en 20% a más de 4.000 el número de las personas que calificaron para recibir atención respecto al año anterior, según las autoridades de la prefectura (estado) de Iwate.
Akihito afirmó que ahora se encuentra tan en forma que no considera reducir sus actividades públicas.
"Me gustaría mantener el status quo por ahora", manifestó.
