Ante la posibilidad de una elección presidencial cerrada el próximo 1 de julio, el Instituto Federal Electoral (IFE) empezó a preparar a sus funcionarios para un recuento "voto por voto".
Este escenario se dará si el resultado marca una diferencia menor a uno por ciento entre el primero y segundo lugar, según la reforma electoral de 2007 que buscó evitar un escenario de incertidumbre como el que se dio en la pasada elección presidencial.
El vocal ejecutivo del IFE en Coahuila, José Luis Vázquez, dijo que el instituto considera el escenario de un recuente debido a que las preferencias se han cerrado en las últimas encuestas.
El IFE arrancó ayer cursos de capacitación a vocales y consejeros en los distritos electorales de todo el país para que estén preparados en caso de que tengan que abrir los paquetes.
"Esto no existía en 2006. Ahora la ley prevé la forma en que deben contarse los votos", dijo Vázquez.
En la elección de 2006, el cómputo de votos arrojó una diferencia de 0.56 por ciento entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, quien impugnó la elección ante el Tribunal Electoral para exigir un recuento de votos. El Tribunal ordenó sólo un recuento parcial en nueve por ciento de las casillas.
El primer conteo de la elección del 1 de julio se hará en cada casilla, para obtener los resultados preliminares. El miércoles 4 de julio se hará el cómputo de todos los paquetes de casilla en cada distrito, pero en ese conteo sólo se abrirán los paquetes que tengan inconsistencias.Si la diferencia en ese cómputo es menor al uno por ciento, cada consejo distrital deberá abrir los paquetes y contar los votos de nuevo.
En el caso de las elecciones a diputados y senadores también se realizarán recuentos en los estados o distritos si la diferencia es menor al uno por ciento.