El texto final del proyecto de ley de la reforma laboral en Italia será presentado mañana en Consejo de Ministros e incluirá la polémica modificación del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores sobre el libre despido, que ha puesto en pie de guerra a los sindicatos.
El presidente del Consejo, el excomisario europeo Mario Monti, y varios de sus ministros mantuvieron hoy una reunión con los agentes sociales centrada fundamentalmente en la modificación del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores para las empresas con más de 15 empleados y que establece que estos tengan que ser readmitidos o resarcidos ante un despido improcedente.
La reforma laboral que está dispuesto a aprobar Monti contempla la posibilidad de despido por motivos económicos o disciplinarios e introduce una indemnización de entre 15 y 27 mensualidades en el primer caso y de 27 en el segundo.
El juez podrá determinar la indemnización o el resarcimiento solo en caso del que el despido sea considerado "discriminatorio" y esto se extenderá también a sociedades con menos de quince trabajadores.
Monti se mostró contundente al asegurar que "el Gobierno no cambia la idea sobre el artículo 18: por esta circunstancia no habrá la posibilidad de readmisión, únicamente la de indemnización".
Sin embargo, el primer ministro italiano afirmó que su Gobierno evitará "discriminaciones" y "abusos" de los empresarios.
En el mismo sentido se expresó la presidenta de la patronal Confindustria, Emma Marcegaglia, para quien, "si hay pasos atrás (en la reforma laboral), mejor no hacerla".
El mayor sindicato italiano, CGIL, anunció ayer una huelga general de ocho horas, aún sin fijar fecha, más otras ocho horas de paros por asambleas, en protesta por la reforma laboral de Monti, que entre otras cosas modifica la normativa sobre los despidos improcedentes.
El CGIL, que cuenta con unos 6 millones de afiliados, fue el único sindicato de los tres mayoritarios en llamar a la huelga, mientras el CISL se mostró hoy menos dispuesto que ayer a dar vía libre a Monti.
El secretario general del CISL, Raffaele Bonanni, indicó que su sindicato también quiere "cambiar la norma" y añadió: "Esperemos que, con el apoyo del Partido Demócrata (PD), obtengamos un nuevo texto y aclaremos todos juntos con los trabajadores la bondad de las soluciones que hemos encontrado".
Para la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, la reforma "hará el mundo laboral más participativo y dinámico".
Anunció un nuevo sistema de subsidios para los desempleados que comenzará a partir de 2017 y que contará con mayores recursos.
Otro punto de la reforma es que, después de 36 meses de contratos temporales, se tendrá que pasar a uno indefinido.
Además, se reforzará el uso de los contratos en prácticas como ingresos en el mundo del trabajo, pero no se permitirán los contratos gratuitos de aprendizaje.
El proyecto de ley de reforma laboral pasará al Consejo de Ministros para su posterior ratificación en el Parlamento, donde los principales partidos, como el Pueblo de la Libertad (PDL) y el Partido Demócrata (PD), no podrán obstáculos a su aprobación.
