El presidente del Banco Nacional Suizo (BNS), Philip Hildebrand, afirmó hoy que nunca se ha planteado dimitir a pesar del escándalo suscitado por sus transacciones en el mercado de divisas, que han motivado acusaciones de abuso de información privilegiada.
"Mientras conserve la confianza de las autoridades, del Consejo Federal (Gobierno) y del Consejo del BNS, la cuestión de mi dimisión no está encima de la mesa", afirmó en rueda de prensa.
El Ejecutivo ya había adelantado que mantiene la confianza en el presidente del BNS.
Hildebrand señaló que siempre ha actuado conforme a los reglamentos internos del Banco y que no ha cometido ninguna falta, y ha especificado que ha salido a la palestra a defenderse ante los ataques y reproches de los últimos días.
Esta semana se supo que él y su entorno familiar hicieron en 2011 transacciones en el mercado de divisas por valor de 2 millones de francos, unos negocios en los que habrían podido beneficiarse de la información privilegiada con la que Hildebrand contaba en virtud de su cargo.
La polémica surgió al publicarse en la prensa que la esposa de Hildebrand, Kashya Hildebrand, compró en agosto 500 mil dólares con francos suizos, tres semanas antes de que el BNS estableciera un cambio fijo entre la moneda helvética y el euro, lo que provocó una considerable apreciación del dólar.
Los medios argumentaron que la ganancia potencial de la transacción fue de 35 mil francos.
Esa primera información conllevó una cascada de nuevas revelaciones, acusaciones y pedidos de dimisión que han obligado al presidente del BNS a explicarse.
"Comprendo que el público se cuestione sobre mi actitud desde el punto de vista moral", indicó Hildebrand, y acto seguido anunció que se tomarán medidas para incrementar la transparencia en relación a las transacciones efectuadas por los miembros de la dirección general.
Por su parte, el Ministerio Público del cantón de Zúrich ha excluido por ahora la apertura de una investigación penal contra el presidente del BNS, asegurando que no existe ninguna sospecha sobre la comisión de un eventual delito.
Sin embargo, la Fiscalía sí que ha abierto una investigación penal contra el informático que violó el secreto bancario, robó los datos financieros de la familia Hildebrand y los entregó al partido UDC, instigador de la denuncia contra el presidente del BNS.
Christoph Blocher, fundador y vicepresidente de la UDC, ex ministro y actual parlamentario, argumentó desde el inicio que la esposa de Hildebrand había utilizado información privilegiada para especular en el mercado de divisas, y fue quien alertó del supuesto delito al Consejo Federal.
Precisamente, Hildebrand ha lamentado que se amenace la credibilidad de la política monetaria del BNS con fines políticos.
Al conocer los hechos denunciados, el Gobierno pidió dos investigaciones, una a cargo del Control Federal de Finanzas y otra de la firma PriceWaterHouseCoopers, y ambas exoneraron a Hildebrand.
La investigación del Control Federal de Finanzas detalla que, en 2011, la familia Hildebrand efectuó siete transacciones por un monto total de 2 millones de francos.
La prensa ha sacado a relucir que mientras el Banco Central Europeo o la Reserva Federal estadounidense obligan a sus presidentes a colocar su dinero en un trust administrado por un tercero, esta regla no existe en Suiza.
Algunos editoriales reclamaban hoy directamente la dimisión de Hildelbrand, y la mayoría pedía reglas más estrictas que eviten la comisión de abusos o la sospecha de uso de información privilegiada.