El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, aseveró hoy que el presidente sirio Bashar al-Assad es “el asesino” de su pueblo y se pronunció a favor de que la Corte Penal Internacional (CPI) abra una investigación.
El canciller francés demandó este martes la salida del líder sirio, quien enfrenta un levantamiento popular cuya represión militar ha dejado más de nueve mil muertos en 14 meses, y afirmó que “entre más rápido se vaya, será mejor”.
En entrevista con el diario Le Monde, Fabius aseguró que las masacres se multiplican en Siria pese a la presencia en el terreno de los observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quienes son impotentes ante ellas.
Explicó que la posibilidad de detener los ataques del régimen tiene dos frenos, el primero es la falta de consenso en el Consejo de Seguridad de la ONU, con Rusia y China, y el segundo es militar pues ningún país está dispuesto a lanzar una operación en tierra.
El ejército sirio es peligroso y los riesgos de que el conflicto se extienda son amplios, especialmente hacia Líbano, abundó.
En este contexto, continuó, Francia favorece el endurecimiento de las sanciones, si es posible a nivel de Consejo de Seguridad, por lo que las autoridades francesas trabajan con los rusos, quienes desempeñan un papel determinante, en esa dirección.
De hecho, el tema de la crisis en Siria será abordada con el presidente ruso Vladimir Putin en la visita que efectuará a París el próximo viernes, precisó.
Le Monde indicó que esos contactos diplomáticos se han estado llevando a cabo desde hace varios meses y preguntó a Fabius si la masacre en Houla no marcó un punto de inflexión que requeriría de otras acciones, como la entrega de armas a la oposición siria.
El canciller francés respondió que esa “espantosa matanza” podría tener como consecuencia que los países reticentes cambiaran de posición, pero que hasta ahora “no lo hemos visto”.
Asimismo, consideró “formidable” la alternativa de enviar armas a los opositores, pero que dijo que ésto sólo recrudecería y militarizaría el conflicto e inevitablemente llevaría al país hacia una guerra civil, caso en el que la oposición podría ser “aplastada”.
Afirmó que los responsables de los crímenes cometidos en Siria finalmente enfrentarán la justicia y estimó viable que el caso se remita ya a la CPI, incluso como un mecanismo de protección -como ocurrió en Libia- a la población civil.
