Trabajar la prevención del suicido desde que los niños ingresan a la guardería es una medida que está considerando el Instituto de Salud Mental del Estado (Ismed), debido a que se incrementaron en jóvenes de 18 a 28 años de edad este año, el 90 por ciento con depresión, expuso Alejandro Vázquez, coordinador del programa para la Prevención del Suicidio.
El especialista explicó que los primeros años de vida se da la "modulación de las emociones" y es en esta etapa cuando un humano no logra conectarse con su entorno porque le falta interacción con sus padres, atención y el cariño, pierden empatía con la vida cuando crecen.
Hasta principios de diciembre se habían registrado 95 suicidios, tres más que en 2010 a estas mismas fechas.
Las víctimas tenían entre 15 y 38 años de edad y el 90 por ciento padecían depresión.
La proporción por género son de cuatro a cinco hombres por cada mujer.
Los suicidas que dejaron cartas a sus familiares les dijeron que iban a estar mejor sin ellos, lo cual es irreal.
Las familias se quedan con la culpa, problemas económicos cuando quien muere es el padre o esposo, el estigma social y el dolor.
Un suicido provoca más problemas emocionales en los familiares, el más común es la depresión también.
NUEVAS MEDIDAS
El Ismed trabaja en echar a andar un proyecto de tesis para realizar autopsias psicológicas y a través de ellas encontrar los motivos del suicidio, explicó el entrevistado.
Por lo pronto, se hacen visitas a los familiares dos meses después de que la víctima se quitó la vida; sin embargo esto es un proceso muy costoso, lo que impide que se trate a cada familia.
El apoyo también sería para la familia, pues queda muy herida.
Además, aumenta el riesgo de otro suicido entre la familia, pues el hecho al ser tan cercano, comienza a verse de manera más común.
