El encierro se volvió peligroso por la cantidad de mozos dispersos en las laterales y esquinas de las calles, pero además que corrían en paralelo y tocaban a los animales, lo que en algunas ocasiones les distrae y desvía de su ruta.
El primer encierro de las fiestas de San Fermín, Pamplona, norte de España, dejó hoy seis personas heridas, entre ellas, un señor de 73 años, por asta de toro, y los otros por golpes diversos y caídas.
La primera corrida por las calles del centro de la capital Navarra fue con toros de la ganadería de Dolores Aguirres, que en todas sus apariciones en estas fiestas han dejado al menos un mozo cornado.
La salida de los toros se dio ante la expectativa de decenas de mozos que aguardaban estrenar los toros de San Fermín 2012, cuyo trayecto hasta la plaza de toros tuvo una duración de dos minutos y 53 segundos.
El encierro se volvió peligroso por la cantidad de mozos dispersos en las laterales y esquinas de las calles, pero además que corrían en paralelo y tocaban a los animales, lo que en algunas ocasiones les distrae y desvía de su ruta.
El señor que recibió el asta de toro en una pierna estaba en la calle Santo Domingo y tras ser revisado por los cuerpos médicos se comprobó que la herida no es de gravedad.
Al entrar los toros a la plaza, uno de los mozos fue arrastrado por un toro que le alcanzó la camiseta sin tocarle el cuerpo, por lo que tiene una contusión cervical.
Las otras personas heridas tienen golpes de diversa consideración, por caídas, en algunos casos con pisadas de toros, y en otras de los propios mozos que pasaron por encima de sus cuerpos, por lo que fueron llevados a hospitales de la cuidad para su atención.
Entre los heridos hay un australiano y un japonés, y en total 14 personas recibieron asistencia por caídas leves y raspones tras el encierro.
