El arzobispo de Durango, Héctor González Martínez, manifestó que la reacción del nuevo Obispo de El Salto, Pueblo Nuevo, quien dijo que le temblaron las manos por el miedo que sintió cuando le avisaron que venía al estado, es muy humana y comprensible.
Comentó que entre quienes son parte de la Iglesia Católica siempre hay confianza ante el clima de inseguridad por lo que el miedo se convierte en templanza, confianza y serenidad.
Respecto al ambiente de inseguridad en el estado, indicó que los hechos de violencia se registran sólo en algunas ocasiones. "De repente estamos bien y de repente afloran otra vez los crímenes, y creo que de momento estamos bien, que bueno que durara esta situación", declaró.
Respecto a las elecciones, González Martínez dijo que el voto de castigo no es una acción a consciencia sino un impulso por "revancha", por lo que llamó a la ciudadanía a privilegiar el voto razonado a un sufragio visceral, producto de los impulsos.
Finalmente, exhortó a quienes están apáticos ante las campañas que están en curso a que se hagan cargo de la situación que se vive en Durango y el país, "necesitamos hacernos responsables todos, hacernos responsables de la sociedad, porque el mundo de la sociedad no lo define solamente el dirigente, ni el intermedio, lo definimos y lo decidimos entre todos, sobre todo en la base", concluyó.
