El español Ángel Carromero conducía el vehículo al momento del accidente en que falleció el opositor Oswaldo Payá. ARCHIVO
Cuba acusó de homicidio e instruyó de cargo al político español Ángel Carromero, conductor del automóvil que se accidentó el pasado 22 de julio causando la muerte del líder opositor Oswaldo Payá, anunció hoy el diario oficial Granma.
Al político sueco Jens Aron Modig se le permitió retornar a su país "pese a las actividades ilegales que realizó (en las isla) y la violación de su estatus migratorio", dijo el órgano del Partido Comunista de Cuba.
Según el Código Penal cubano, Carromero podría recibir de uno a 10 años de prisión debido a que el artículo 177 contempla esa pena para “el conductor de un vehículo que, infringiendo las leyes o reglamentos del tránsito, cause la muerte a una persona”.
Granma dijo que los dos ciudadanos extranjeros recibieron asistencia consular, en un editorial en el que acusó a Estados Unidos de mantener “la política de ‘cambio de régimen’ en nuestra nación, mediante el bloqueo económico, político y mediático y la subversión".
El lunes, Carromero, dirigente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de España, y Modig, presidente de las Juventudes del Partido Demócrata Cristiano de Suecia (KDU), avalaron en un video la versión oficial sobre el accidente de tránsito.
"No nos dio ningún vehículo por la parte trasera", dijo Carromero y pidió a la comunidad internacional que "se ocupe sobre todo de sacarme de aquí", en un video mostrado a la prensa extranjera el lunes.
El gobierno cubano señaló que Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberacion (MCL), murió en un accidente de tránsito cerca de la ciudad de Bayamo (744 kilómetros al sureste de aquí) cuando su automóvil, conducido a exceso de velocidad por Carromero, se estrelló contra un árbol.
Sin embargo, Rosa María Payá, hija del extinto político opositor católico, y su viuda Ofelia Acevedo, rechazaron el informe oficial y pidieron entrevistarse con Carromero y Modig, sobrevivientes del percance vial y acceso a las pruebas periciales.
Granma tildó de "calumniadores" a quienes habían pedido, entre ellos Washington, una "investigación transparente" del accidente en que murieron Payá y el también opositor Harold Cepero, y resultaron heridos Carromero y Aron Modig.
"Sólo los más vociferantes de la mafia anexionista de Miami acusaron a Cuba de haber realizado un asesinato político", dijo en alusión a denuncias de que el auto en que iba Payá, Premio Sajarov del Parlamento Europeo 2002, fue embestido por otro vehículo en un supuesto atentado.
Al respecto, consideró que la nota informativa del Ministerio del Interior, publicada el pasado viernes 27, "cerró el paso a la infame insinuación, con testimonios irrefutables de peritos y testigos presenciales, incluidos los dos extranjeros participantes en el trágico suceso".
Granma dijo que Carromero, de 27 años, es cercano a "los connotados anticubano" José María Aznar, expresidente del gobierno español, y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Aron Modid, según el rotativo, es líder del Partido Demócrata Cristiano Sueco, “émulo del ultraconservador Tea Party norteamericano”, y presidente de su Liga Juvenil, "y vinculado a quienes en la derecha nórdica más nos hostigan".
"Entraron a nuestro territorio el 19 de julio, con visas de Turista, y disimuladamente, en violación de su estatus migratorio, se involucraron en actividades netamente políticas contra el orden constitucional", anotó.
Dijo que traían financiamiento al "minúsculo y contrarrevolucionario" MCL, que presidía Oswaldo Payá, y de asesorar la constitución de una organización juvenil asociada a éste.
El diario comunista dijo que en Cuba "la contrarrevolución siempre ha sido y es mercenaria. Son vulgares agentes que el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados pagan, abastecen e instruyen. Traicionan a su Patria por unas monedas".
Granma protestó porque los grupos "más reaccionarios y violentos de Miami" incitan al pueblo cubano a la rebelión contra el gobierno y "sueñan con desestabilizar el país, crear condiciones para repetir lo ocurrido en Libia o Siria y provocar una intervención militar norteamericana".
