En los últimos 5 meses, en el continente Americano se han realizado tres elecciones presidenciales muy peculiares, México Venezuela y Estados Unidos de América, donde se ha evidenciado el grado de madurez democrática que existe en los distintos países; por lo tanto es indispensable realizar una breve descripción de los tres procesos electorales.
MÉXICO
El 1 de julio del año en curso, en una contienda electoral llena de polémica ganó el hoy presidente electo Enrique Peña Nieto por el Partido Revolucionario Institucional, a la aspirante a la Presidencia Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional, que absolutamente nada pudo hacer en la elección; y a su principal opositor Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas por el Movimiento Progresista, conformado por los partidos de la Revolución Democrática, partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano. Ah, y se me olvidaba el "el títere" de la lideresa vitalicia Elba Esther Gordillo, Gabriel Quadri del Partido Nueva Alianza.
En este proceso electoral, se dio un fenómeno nunca antes visto en los procesos electorales de nuestro país, surgió el movimiento #yosoy132, muy aplaudible, jóvenes interesados en el porvenir de México, pero como todo, poco a poco ha ido perdiendo fuerza.
A pesar de que los cuatro aspirantes a la Presidencia de la República aceptaron participar en la elección con las reglas del juego vigentes, el principal opositor del hoy presidente electo, EPN, no aceptó la derrota -algo imperdonable en una democracia-, argumentando la compra de más de tres millones de votos, cosa que quiso demostrar hasta con gallinas y guajolotes, pero no logró su objetivo. Tres meses después sigue sin aceptar su derrota convocando a sus fieles seguidores a manifestarse en contra de lo que ellos llaman "imposición presidencial". Acciones que demuestran su gran inmadurez democrática.
Mi consejo es que acepte la derrota como un buen perdedor y como principal oposición, trabaje como tal para el bien de México, dejar de lado posturas políticas y trabajar conjuntamente con el presidente electo EPN, ya que en él está depositada la confianza de millones de mexicanos.
VENEZUELA Si de elecciones injustas se trata, esas son las que se llevaron a cabo en el país sudamericano entre el ya presidente reelecto Hugo Chávez Frías, de la coalición Gran Polo Patriótico y Henrique Capriles de la coalición Mesa de la Unidad Democrática.
Hugo Chávez con el control de los medios masivos de comunicación e instituciones políticas del país, compitió con enorme ventaja; difundía por todos los medios posibles su imagen constantemente, gastó a manos llenas en su campaña (recursos provenientes del erario público), y continuamente deterioraba la imagen de su contrincante desprestigiándolo y tachándolo de burgués.
Al igual que AMLO, Henrique Capriles de antemano sabía a qu→ r se enfrentaba, y a pesar de todas esas desventajas compitió de gran manera, ya que fue la contienda electoral más dura que ha disputado Hugo Chávez: el 54% de los votos fue para Chávez, el 44% favoreció a Capriles.
A diferencia de AMLO, Henrique Capriles como todo un caballero de la democracia aceptó su derrota justo al cierre de las casillas electorales, sus palabras: "para saber ganar hay que saber perder". Demostró gran madurez democrática.
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA El 6 de noviembre de este año tocó el turno a los Estados Unidos de América. Barack Obama del Partido Demócrata ganó la contienda electoral, por lo tanto su reelección, al multimillonario Mitt Romney del Partido Republicano, en una contienda muy pareja en cuanto al voto popular se refiere, con sólo dos puntos porcentuales favoreciendo a Obama; pero con una ventaja de aproximadamente 100 votos del colegio electoral.
El voto hispano fue clave en el triunfo de Obama, por lo tanto su compromiso por realizar una reforma migratoria es mayor. Además del voto hispano, el voto de los jóvenes, afroamericanos y mujeres que en su mayoría lo favoreció.
Obama enfrentará enormes retos en su nueva gestión y deberá actuar como un verdadero líder para negociar con los republicanos y evitar caer en el llamado "precipicio fiscal" en enero de 2013, que provocaría un gran aumento de impuestos, reducción del gasto público y con ello una recesión económica.
Romney, al igual que Capriles inmediatamente aceptó su derrota, felicitó a Obama y le deseó lo mejor en su próximo reto, además de dejar fuera posturas políticas y trabajar conjuntamente por el bien de su país.
Romney y Capriles han demostrado enorme humildad y por consiguiente gran madurez democrática, a diferencia del señor Andrés Manuel López Obrador.
En una democracia no existe nada mejor que aceptar la derrota.
