Iniciaron las sesiones de los nuevos Legisladores tanto en la Cámara de Diputados y la de Senadores, en especial y como acostumbramos en nuestro país haciendo alegorías y discursos en este caso a la iniciativa de las reformas a la Ley Laboral, lo que en mi concepto nuevamente ha quedado trunca en relación a lo esperado y si tanto hemos pregonado que nuestro país requiere necesariamente de importantes reformas que ya conocemos , es lamentable que la primera de ellas de antemano este con grandes limitaciones y si las que van a continuar persisten en esta tónica, seguiremos anclados e impedidos de lograr avances importantes para el crecimiento de nuestro país.
En este caso mis comentarios van dirigidos a un tema que se relaciona con las mencionadas reformas y que en muy diversos foros se discute sobre la necesidad imperiosa de que el país requiere ser más competitivo para tener un despegue sostenido en su economía, al menos yo percibo lo mencionado en el primer párrafo; claro que siempre es mejor avanzar un poco y no que las cosas permanezcan igual sin embargo hay que reconocer que el Congreso está empezando con más de lo mismo al menos como antes mencione en lo que se refiere a la Reforma Laboral y solo queda el beneficio de la duda para lo que siga. Se dice que un optimista considera que un vaso con agua hasta la mitad esta medio lleno, en tanto que un pesimista lo ve medio vacío.
Muchos son los retos que enfrenta México de diferente alcance y naturaleza en especial el rezago social que cada día es más evidente, son varias las tareas pendientes, inconclusas e impostergables pero es necesario en bien de la colectividad lograr tener un país competitivo tanto en lo industrial, en lo comercial, en el sector educativo englobado en un gobierno competitivo, sector privado, trabajadores y una sociedad que vayamos juntos sobre este paradigma.
La competitividad es un tema obligado en todo el mundo se requiere en un contexto socio-económico-tecnológico e institucional ya que todo ello, está enclavado en la globalización económica por la competencia mundial en los mercados se requiere la coordinación entre las políticas públicas claras y planes de acción entre todos los actores involucrados ya que en cada sector existen diferencias y se requiere que los problemas sean considerados en la agenda pública
Por ejemplo mucho se ha hablado incluso regionalmente de gestar el desarrollo de clusters estratégicos de alta competitividad pero no se ven estrategias y resultados concretos, salvo de empresas muy reconocidas y nacionalmente, se asume tácitamente que existe homogeneidad en las diferentes regiones que integran nuestro país. La estadística nos revela que nuestra competitividad no avanza adecuadamente en el índice de Competitividad Global del WEF en 2007 México se ubicaba por encima de las economías de Brasil, Costa Rica, Panamá y Uruguay en América Latina además de otros diversos países, sin embargo en el 2011 estos países se ubicaron por arriba de México.
Además de la necesidad de medir y por tanto, de mejorar la productividad existe una correlación necesaria con la calidad que es un requerimiento indispensable para cualquier organización de productos o servicios con alta calidad y grado de eficiencia que se deben tener como conceptos muy claros y tener una filosofía de una verdadera actitud para la capacidad ya que esta y la competitividad deben ser eminente prácticos y no teóricos.
