Plataforma. De acuerdo con legisladores priistas, se pretende que Pemex retome casos de éxito de otros países y permitir la inyección de recursos, mediante la participación de la iniciativa privada en diversos proyectos. (EL UNIVERSAL)
En el siguiente periodo de sesiones del Congreso de la Unión se discutirá una propuesta de reforma energética que incluirá una apertura en hidrocarburos, mayor libertad financiera y de operación para Petróleos Mexicanos y un fuerte impulso a las energías renovables.
Al menos ese sería un resumen de lo que hasta ahora ha comentado el presidente electo Enrique Peña Nieto, y que ha sido ratificado por el presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, David Penchyna.
El legislador dijo que están trabajando en las diferentes alternativas que hay a partir de los diversos diagnósticos del sector energético para poder potencializarlo y aprovechar de mejor manera sus recursos energéticos en el país y volverlo una palanca de desarrollo, lo que implica necesariamente una apertura.
"Tiene que haber esa apertura. Creo que uno de los mitos en los que no hay que caer y debemos alejarnos es en el debate trasnochado de medias verdades que se acaban por convertir en mentiras absolutas. Debemos ver que en este país puede combinar capital privado y público sin vulnerar o menoscabar la propiedad del Estado mexicano sobre sus recursos naturales de gas, petróleo, aire, agua, energía solar, porque hay que pensar integralmente. "Estoy convencido de que ninguna reforma hacendaria puede generar los recursos que requiere un sector tan dinámico con gran potencial y que es necesario ese ingenio y esa comunicación para poder hablar con verdad y construir esa reforma que México necesita", dijo.
Pero no es lo único, el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, dijo que hay dos proyectos que impulsará Enrique Peña Nieto al inicio de su administración: permitir las inversiones privadas en la exploración y explotación de petróleo, así como la reforma fiscal.
El senador dijo que Pemex no tiene la experiencia y recursos para explorar yacimientos en aguas profundas y es pertinente la apertura e incluso que el equipo de transición ya afina estas iniciativas. El legislador comentó que el presidente electo se comprometió con una reforma energética: No se trata de suspender el carácter nacional de nuestra industria petrolera o eléctrica, sino de apoyarlas con el concurso de otros modelos de negocio para colocar nuestra riqueza petrolera al servicio del país.
"Nunca -y lo subrayo- he señalado el que esté comprometiendo, el que esté postulando la privatización de esta gran empresa nacional; por el contrario, he señalado que México y el Estado mexicano debe mantener propiedad y rectoría sobre la administración de los hidrocarburos del país", dijo el presidente electo en su viaje a Europa.
Un resumen de la posición del presidente electo, al menos en el último mes, señala lo siguiente: se tomarán modelos que han sido exitosos para diseñar uno propio; se busca mayor competitividad a partir de la participación del sector privado, sin que esto signifique privatización; desarrollar mayor infraestructura para la exploración, producción y refinación.
Explorar las opciones que hay en otros ámbitos de generación de energía como el shale gas y las energías renovables, desarrollar un proyecto de largo plazo donde participe Pemex y se aliente la participación del sector privado.
El estado mantiene la propiedad de las reservas y de la empresa nacional, incrementar su rentabilidad, promover una reforma estructural que podría incluir la modificación constitucional para la participación del sector privado, tanto en actividades de exploración y producción como en industria.
Luego de su reunión con la canciller alemana Angela Merkel, el presidente electo dijo que hay un "interés por impulsar el desarrollo de energías renovables, que sean respetuosas del medio ambiente".
"Acordamos darle concreción a partir de la llegada del gobierno, para que, en un intercambio y cooperación entre ambos pueblos, podamos tomar la experiencia que Alemania tiene y ha desarrollado en la generación de energías renovables", manifestó Peña Nieto.
El presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, David Penchyna Grub, declaró que "está comprometido con la modernización del sector energético, la soberanía, y ante todo, que el trabajo legislativo que podamos realizar en esta importante comisión, para que le sirva a la gente".
El senador por el Revolucionario Institucional dijo que las metas que se tienen son: "Capitalizar a Petróleos Mexicanos sin dañar las arcas públicas, detonar el potencial energético de México más allá de los hidrocarburos, impulsar el proyecto de infraestructura más importante en el ramo petrolero, la refinería Bicentenario, y flexibilizar el marco normativo para el desarrollo de fuentes alternativas, serán prioridades".
Gobernadores en la Reforma energética
Luego de las recientes declaraciones del presidente electo, Enrique Peña Nieto, no queda duda de que el próximo año se abrirá un intenso debate sobre la reforma energética, impulsado desde Los Pinos, que comienza con el tema Pemex. Diversos serán los actores convocados a la confección de una reforma, ahora sí con pretensiones estructurales, profundas y de largo alcance. Parte de esos actores deberán ser los gobernadores de las entidades federativas y vale preguntarse desde ahora y no esperar hasta el último ¿cuál será el papel que jugarán en este proceso?
A todos los gobernadores les interesa el tema petrolero y el de la energía en su conjunto, sean o no estados productores o transformadores, pues buena parte de las participaciones federales para la ejecución de las políticas públicas locales, desarrollo y demás dependen de esos ingresos. Sin embargo, hay gobernadores con mayores razones para involucrarse de fondo en la reforma.
En prelación, de acuerdo a las aportaciones de crudo, Fernando Ortega Bernés (Campeche), Arturo Núñez (Tabasco), Javier Duarte de Ochoa (Veracruz), Egidio Torre Cantú (Tampico) y Manuel Velasco Coello (Chiapas), serán los gobernadores de sus respectivas entidades petroleras que no sólamente deberán fijar y defender posiciones respecto a la propuesta que envíe Peña Nieto al Congreso, sino ir más allá, es decir, contribuir con su experiencia y cercanía con una realidad de la que están al tanto, en un diálogo con los legisladores que representan a sus estados. De hecho, ya deberían prepararse para los distintos escenarios que podrían provenir de la iniciativa de reforma.
Debido a su proveniencia partidaria, distinta a la del presidente Enrique Peña, habrá que estar atentos a los planteamientos de Arturo Núñez y Manuel Velasco Coello, pero también a la capacidad negociadora que tendrá Javier Duarte de Ochoa, cuyo estado tiene una amplia representación en la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Las labores de estudio, análisis y proyección, con la mayor anticipación posible, serán fundamentales para que puedan asumir una posición que, aunque crítica, contribuya y fortalezca.
Pero hay otro gobernador, de una entidad no petrolera, que también podría participar, es más, debiera sentirse obligado a hacerlo por la experiencia que obtuvo en el tema cuando fue senador de la República y muy activo miembro de la Comisión de Energía de la Cámara Alta: el tabasqueño Graco Ramírez Garrido Abreu, venido a gobernador de Morelos. Su activismo y combatividad en la reforma calderonista, que dejó mucho que desear en contribuciones efectivas, pero al fin le sirvió para ganar múltiples reflectores, le dotó de conocimientos e información de primera mano, estuvo en el seno de las negociaciones más importantes, que sería deplorable no fueran bien aprovechadas.
Rumbo a la reforma energética, cuya obligada realización no puede esperar más, so pena de traer graves consecuencias económicas para México, el papel de los gobernadores y, en especial de ciertos gobernadores, deberá ser motivo de suma atención.