Un empresario italiano ha permanecido aproximadamente 27 horas encaramado a la cúpula de la basílica de San Pedro, en el Vaticano, para protestar contra el Gobierno italiano de Mario Monti y la Unión Europea, siguiendo una tendencia creciente de estas "escaladas reivindicativas" en Italia.
No es la primera vez que Marcello Di Finizio sube a lo alto del templo símbolo de la Iglesia Católica: ya lo hizo el pasado 30 de julio durante 4 horas, protesta más breve en relación a la última, que ha durado desde la tarde del martes hasta la de ayer. Di Finizio subió el martes a las 17:00 hora localpor las escaleras como un turista más hasta la linterna del Vaticano y desde allí se deslizó sin problemas donde permaneció más de un día asegurado con un arnés y en protesta contra la directiva de la Unión Europea por la que teme perder su negocio.