Cierre. Coches de policía estacionados frente a la planta Ford en Colonia, tras los choques entre agentes y trabajadores belgas de Ford ocurridos durante una protesta. (EFE)
Varios miles de belgas se movilizaron en las calles de Genk (este del país) para protestar contra el cierre de la planta de Ford en esa ciudad y solidarizarse con los cuatro mil 300 empleados que perderán su trabajo.
El fabricante automovilístico estadounidense anunció para finales de octubre de 2013 el cierre de su factoría en Genk, en la provincia de Limburgo, para trasladar su producción a Valencia.
"Es una catástrofe para esta gente", señaló Herwig Jorissen, de la Federación General del Trabajo de Bélgica (FGTB), a la cadena de televisión RTL, mientras que Johan Lamers, de la Confederación de Secretarios Cristianos (CSC) , dijo que la gente "marcha contra el capitalismo, porque la gente no cuenta, solo el dólar" .
Los organizadores de la marcha afirman que 20 mil personas participan en la protesta, mientras que la policía sitúa la cifra entre 13 mil y 15 mil .
Sindicalistas, simpatizantes, amigos y familias de los trabajadores marcharon por las calles vistiendo de rojo, azul y verde, todos los colores sindicales, en una muestra de solidaridad.
Los principales responsables sindicales, el gobernador de la provincia de Limburgo, Herman Reynders, el rector de la universidad de Hasselt, Luc de Schepper, el presidente del Parlamento de Flandes, Jan Peumans, ministros del Gobierno regional y alcaldes y diputados de todos los partidos participaron en la marcha.