Columna del Seminario Diocesano
¿A qué partido le vas?
Vivimos en un país de mucha afición y de poca argumentación. Los sentimientos que despierta la pasión deportiva se mezclan con las preferencias políticas y de esta coincidencia surge el uso común de la pregunta: ¿A qué partido le vas? Dejando claro que muchas veces la identificación con un partido político es más por afinidad que por coincidencia en los principios ideológicos, eligiendo así, la dirección del voto como se elige el equipo con el que te identificas en un deporte.
¿Futbol o Debate? ¿Afición o argumentación? Antes de elegir al próximo Presidente de México, el día de mañana se tendrá la oportunidad de escoger entre un partido de futbol y un debate entre candidatos; el IFE creó una comisión especial para la organización de los debates entre candidatos, apenas el día 16 de abril, dicha comisión publicó la fecha designada para el debate. La fecha de los partidos que definen al campeón del torneo mexicano de futbol, mejor conocido como "liguilla", es acordada entre el organismo rector del torneo que es la Federación Mexicana de Futbol (FMF), las televisoras y las directivas de los clubes que disputarán el partido.
"Las alineaciones del partido son…". Desde antes de iniciar el actual torneo de futbol se publica un calendario que define los fines de semana en el que se realizarán los partidos de liguilla, esto en enero de este año, por lo que podemos concluir que la Comisión de Debates del IFE, en la que están representados todos los partidos políticos, seleccionó la fecha para el debate con todo el conocimiento de que ese fin de semana habría partidos de finales de futbol. En el caso de la selección de la hora para el debate y para el partido, fue primero el IFE quien designó el debate a las 20:00 hrs. Y después el grupo empresarial encabezado por Ricardo Salinas Pliego anunció que a esa misma hora se jugaría el último de los partidos de cuartos de final, fue ahora la organización del futbol quien hizo coincidir en la hora el partido con el debate. Casualidad o causalidad, defínalo usted.
"Aficionados que viven la intensidad del rating…". Fríos, como son los números, y claros, como lo son los puntos de medición de las audiencias en televisión, nos pueden servir para analizar la respuesta que la ciudadanía dará frente a la opción por vivir la afición o la argumentación. Hace 6 años en el debate donde acudieron todos los candidatos a la Presidencia se registró una audiencia de 18.3 puntos de rating, que equivale a casí 11 millones de personas mayores de 18 años que vieron el debate, (Fuente: Televisa), mientras que en otros dos canales de las mismas televisoras registraron 46.9 puntos de audiencia en la transmisión de telenovelas. Leyendo estos números nos podemos dar cuenta de lo vulnerable que es la transimisión de un debate frente a otro tipo de ofertas televisivas.
"Aquí comienzan 90 minutos del deporte más hermoso del mundo…". Antes de elegir en las boletas, el ciudadano-televidente realizará una opción en el control remoto de su monitor, y como ya hemos visto, considerando que la ley de la oferta y la demanda es implacable, se puede afirmar que la mayoría, y en esto se basa el principio de la democracia, optará por el partido u otra programación. Esto puede tener varias lecturas: Una, que la propuesta y la credibilidad de la clase política está muy depreciada por el ciudadano promedio; dos, que antes de elegir un gobernante se investiga poco sobre sus propuestas y la viabilidad de éstas; tres, pueden hacerse algunas preguntas frente a este hecho: ¿Qué candidato es el más beneficiado con la coincidencia del partido con el debate? ¿A qué grupos les podría interesar esta coincidencia? Dados todos los intereses que se tienen que entremezclar para que se den a la misma hora por cadena nacional estos dos eventos ¿se puede afirmar con seguridad que fue una coincidencia?
Por: José de Jesús Buendía Soto