Por: Luis Mata O.
Columna del Seminario Diocesano
Movimiento Estudiantil
"La razón y el valor siempre se impondrán a la traición y a la ingratitud". (Platón).
Como ya es por muchos mexicanos sabido, después de la participación del candidato de los partidos PRI y PVEM a la Presidencia de la República, en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, ha surgido entre los jóvenes estudiantes principalmente capitalinos, la conformación de un grupo que se ha autodenominado "Yo soy 132", aludiendo al número de alumnos de la citada universidad que ingresaron al auditorio en el que Peña ofreció una conferencia.
De acuerdo con este movimiento, su objetivo primordial es "dejar de lado lo que nos hace diferentes y exaltar lo que nos une: el deseo de una elección libre e informada desde el votante; democracia e igualdad en los medios de comunicación", de acuerdo con información obtenida desde la página de Internet de la agrupación. Ahora bien, vale analizar este movimiento no desde una perspectiva meramente política, ya que muchos periodistas se han dedicado a ello, busquemos otro enfoque.
Actualmente ha sido patente el fugaz crecimiento progresivo del alcance y utilización de las redes sociales alrededor del orbe, impactando principalmente en los jóvenes, quienes han utilizado tales plataformas de comunicación para mostrar su unión y su notoria intención de conseguir objetivos concretos de manera pacífica e informada, pero sobre todo, es evidente la invitación a toda la sociedad para realizar un proceso de reflexión sobre la realidad histórica a la que nos enfrentamos.
Este tipo de movimientos ha tenido un impacto realmente global, como es el caso del movimiento "15-M" español, uno de los pioneros en organización en los últimos años. Personalmente tuve la fortuna, el año anterior, de presenciar su forma de organización y manifestación en la Plaza Sol en Madrid y en las calles de Barcelona; es realmente impactante el respeto y el orden en que los jóvenes españoles se manifestaron, vigilados en todo momento por las autoridades y luchando por sus objetivos de forma cívica. En esto último existe una cierta similitud con el movimiento "Yo soy 132", además de la exhortación de los jóvenes hacia toda la sociedad para actuar.
Bien podremos o no estar de acuerdo con la forma, la estructura, los objetivos o incluso los integrantes del actual movimiento juvenil mexicano, empero lo que no podemos dejar pasar de largo es esa invitación a que como sociedad hagamos un uso correcto de la información y promovamos la reflexión, no sólo para el evento próximo a efectuarse el 1 de julio, sino para cualquier ámbito de nuestra vida como individuos y desde luego, como sociedad mexicana. Buen fin de semana.
Twitter: @SeminarioTRC