Para nuestro uso común de Internet ¿En qué afecta el ACTA?
La reciente firma del gobierno mexicano del Acuerdo Comercial Anti-Falsificaciones (ACTA, por sus siglas en inglés), representa los inicios del proceso de regulación y legislación de uno de los ámbitos de plena libertad que existen en México, como lo ha sido hasta hoy el uso del Internet para distintos y muy variados fines.
Por lo que se hace importante conocer el contenido principal de este acuerdo; a continuación presentamos algunos elementos que nos parecen indispensables para definir al ACTA.
Las ideas, productos, marcas y toda creación que haya sido registrada como propiedad intelectual por algún particular, empresa u organismo, será protegida en la red. Quien “descargue” una canción o un libro digital sin haberlo pagado, serán catalogados como delincuentes por piratería. El Estado recibirá las demandas de las empresas o particulares que consideren que se atenta contra sus derechos de propiedad intelectual y actuará contra los cibernautas infractores mediante órdenes judiciales. El ACTA contempla sanciones contra los cibernautas que compartan o hagan uso de contenidos por los cuales no pagaron previamente. Las infracciones van desde el bloqueo de páginas de Internet, pasando por multas económicas y hasta la cárcel. La sanción dependerá de la demanda interpuesta por la empresa productora o el autor, y del daño ocasionado a su propiedad privada.
No se puede estar en contra de la intención de proteger la autoría de cualquier creación y asegurar que los que hagan uso de los bienes de alguien le paguen por ese beneficio, sin embargo algunas aristas de este acuerdo despiertan advertencia y peligro para otros; el año pasado el Senado de la República rechazó que México se sumara a este convenio, presentamos los dos argumentos que nos parecen los más importantes.
Uno, el acuerdo contiene diversas disposiciones que, en distintas interpretaciones, se podían considerar contrarias a la legislación mexicana y algunas disposiciones constitucionales; dos, se refirió que entre las principales leyes que vulneraba el acuerdo, se encontraba el principio de presunción de inocencia, que se encuentra en el sistema jurídico mexicano. Así las cosas, se presume como consecuencia que la firma del ACTA podría derivar en la censura de contenido como medida de control y que el Internet podría tener restricciones de funcionamiento y el desarrollo del comercio electrónico.
Luego de sus observaciones, precisaron que era necesaria la aprobación del Senado para que el acuerdo sea efectivo y tenga vigencia en el país, lo cual no se cumplió antes de que se firmara el acuerdo esta semana. Todo parece indicar que hemos entrado ya en México al reconocimiento jurídico de los derechos de los “ciudadanos digitales”, y como en todo proceso de reconocimiento de los derechos del ser humano, éste tendrá que emprender un proceso para conquistar el más alto grado de ciudadanía en la Red, que es cuando los derechos de todos son respetados.
