Recuperemos las calles, recuperemos la alegría
Ya basta de tanta impunidad en nuestra ciudad que se vanagloriaba de un lugar tranquilo para vivir. Se extrañan esos paseos por la noche en los cuales había gente que le gustaba caminar para eliminar el estrés o simplemente apreciar la ciudad. Qué tiempos aquéllos en que los amigos salían a convivir tranquilamente sin la preocupación de ser asaltado, golpeado o secuestrado en el peor de los casos.
Pareciera que el ejército y las fuerzas públicas de seguridad no están haciendo su trabajo de proteger a la ciudadanía de los malos, con lo cual la gente le piensa para salir ante tanto peligro en las calles. Me llama la atención los rostros de las personas cuando nos acercamos para consultarle algo, a veces no te contestan o responden con la cabeza mostrando inseguridad caminando de prisa sin detenerse.
Es desolador ver las calles del centro casi vacías, cuando al inicio o fin de cada semana, apenas se podía transitar. Lo que no podemos permitir es quedarnos con una mentalidad pesimista y sin hacer nada; peor aún, acostumbrarnos ante una situación de inseguridad. De una manera muy natural tenemos que seguir viviendo y realizándonos como personas, haciendo el compromiso de cuidarnos unos a otros para rescatar la alegría que se ha perdido en nuestra ciudad. Aunque las autoridades no estén dando los suficientes frutos que deseamos, hay que tener confianza que la realidad será mucho mejor en el futuro.
Esta situación es insostenible para la gente que anhela una ciudad libre de violencia donde las personas se puedan enorgullecer de tener un lugar donde se antoje vivir, no tanto como un paraíso pero sí un lugar en donde se regrese a los tiempos del pasado con su tranquilidad, arrebatada por el crimen organizado que ya se ha vuelto el dueño molesto de las calles, por donde antes se transitaba con libertad sin ninguna preocupación de nada. Ahora es preciso que los conductores se anden cuidando de quien viene a su lado en otro vehículo.
De nosotros, como ciudadanos, depende cambiar esta imagen que proyectamos. Sin mostrar miedo, cambiemos la "tristeza" de nuestras calles por unas "alegres" y seguras que, aunque no es una ciudad grande, se puede regresar a tener una calidad de vida y humana en su gente.
@SeminarioTRC