Dictamen. Todo indica que se cerró el capítulo de la muerte de la puma que fue capturada el domingo y murió la madrugada del lunes, salvo que la segunda necorpsia arroje otro dato.
La anestesia aplicada a la puma capturada el fin de semana en el parque Sahuatoba aceleró su muerte, pero el destino de la felina era morir por la avanzada enfermedad que ya sufría, afirmó Paulino Córdova Quiñones, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Durango.
Dos días después del incidente, el delegado federal fijó postura respecto a la captura del domingo y su descenlace.
De entrada, explicó que nada hubiera cambiado si personal de la Profepa hubiera estado presente durante el operativo del domingo: "no hubiéramos evitado su muerte porque el procedimiento que se hizo para capturarlo fue el adecuado", dijo Córdova Quiñones.
Explicó que de acuerdo a la necropsia que se realizó al cuerpo de la puma, se detectó que traía ya un daño intestinal, que contenía bichos y ulceras en sus intestinos, que se encontraba totalmente deshidratada y que presentaba un fuerte problema pulmonar.
"No descarto que con todo esto, sumado a la anestesia aplicada en su captura y al estrés que traía, se haya acelerado su muerte, pero aun sin la anestesia sería muy complicado que lograra sobrevivir por lo avanzado de su estado, por lo que el analgésico sólo aceleró el proceso de estrés y no resistió", comentó el delegado.
Sin embargo, dijo que -solo para garantizar el resultado de la necropsia realizada por el personal de zoológico Sahuatoba-, se realizará un segundo procedimiento a petición de la Profepa, con el apoyo de la Facultad de Veterinaria de la de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
PUMA VENÍA DEL BOSQUE
El funcionario, además, descartó que la felina haya estado en cautiverio en alguna casa o rancho porque en la necropsia se arrojaron datos de lo último que había comida y según los restos, había pelos de un "cervantillo", por lo que su comida era del bosque.
Ante esto, comentó que la Puma pudo haberse desorientado por el elevado número de obras que se están realizando en los alrededores de la ciudad, así como los bancos de materiales, lo que pudo haber desconcertado al animal el cual llegó a la zona urbana.
Jose antonio rodriguez / El Siglo de Durango