Se complica el camino a la Liguilla para los universitarios. (Jam Media)
Pumas se encuentra sumergido en una crisis que lo tiene al borde de la eliminación. El descalabro que sufrió el equipo ante América, aumentó la presión en el equipo al grado que la directiva decidió prescindir de los servicios de Mario Carrillo para nombrar a Juan Antonio Torres Servín, quien estuvo en el banquillo de interino durante el choque de la jornada siete ante Monarcas Morelia, además de un choque del torneo de Copa.
El último semestre del 2012 ha sido atípico para los felinos, porque no es común que hagan tantas modificaciones en la dirección técnica. Durante el certamen, se desprendieron de Joaquín del Olmo, estuvo Torres Servín de interino antes de que llegara "Capello" y, a dos encuentros de que finalice el torneo, nuevamente Juan Antonio toma las riendas del club.
La última ocasión que tres entrenadores diferentes dirigieron a los universitarios fue durante el Invierno 2001. En aquella ocasión, Miguel Mejía Barón estuvo los primeros cinco compromisos de la competencia, con un saldo de una victoria, un empate y tres descalabros. Hugo Hernández fue su sustituto pero tampoco hizo gran cosas con apenas dos igualadas y un par de descalabros, hasta que Hugo Sánchez tomó el timón y en nueve compromisos apenas sumó once unidades.
El mal pasado de los auriazules, los llevó a finalizar el torneo en el sitio número 16 de la tabla general, con 16 unidades de 51 que estuvieron en disputa, lejos de acceder a la llamada Fiesta Final.
Nuevamente Pumas atraviesa por una situación similar. Si bien es cierto matemáticamente aún tiene posibilidades de calificar, la labor de Juan Antonio Torres Servín será buscar que regrese la tranquilidad al vestidor, donde hay molestia de los refuerzos por no ser tomados en cuenta, y que fue el punto débil en la gestión de Mario Carrillo.
