El gobernador de Veracruz, Javier Duarte manifestó que cada priísta debe responder, en lo individual, por sus actos y las consecuencias de los mismos.
Al referirse al caso del ex mandatario de Tamaulipas, Tomás Yarrington, acusado de recibir presuntamente sobornos del narcotráfico, dijo su partido, el PRI, no debe cargar con las culpas de nadie.
"Ya lo comentó el propio partido y yo en ese sentido como un militante más que soy, creo y comparto lo que significa esta decisión", expresó.
En contra parte, entrevistado en el puerto de Veracruz, minimizó las declaraciones de un narcotraficante que vinculó con la delincuencia organizada al ex Subsecretario de Gobierno y actual dirigente estatal del PRI, Erick Lagos Hernández.
"Este señor (El Lucky) es un delincuente, una persona sin ninguna moral que hizo mucho daño a la sociedad veracruzana. Entonces, me llama mucho la atención el hecho de que a una persona con estas características se le dé una autoridad moral cuando es un delincuente que agravió, que lastimó a la sociedad veracruzana", expresó.
Y es que en declaraciones realizadas a elementos de la Secretaría de Marina, el presunto narcotraficante Raúl Lucio Hernández, alías “El Lucky”, aseguró que Lagos Hernández era su contacto con el gobierno.
Ante ello, el mandatario veracruzano pidió situar en su justa dimensión las supuestas declaraciones del delincuente, y reiteró que los hechos hablan por sí mismos, que el malhechor está detenido y eso habla de la nueva dinámica que existe hoy en Veracruz.
Duarte de Ochoa reiteró que su gobierno viene realizando su trabajo "de manera muy firme y contundente en lo que se refiere a nuestra participación en el tema de la seguridad".
"Nuestra política ha sido muy clara y determinante. Hemos hecho un gran trabajo de coordinación con las instancias federales y con los municipios, y hoy Veracruz vive otros tiempos aunque exista esa intención de ubicar a Veracruz como un estado violento".