¿Qué hago con mis medicinas?

Los medicamentos, de acuerdo a la definición de la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), incluyendo las vacunas, constituyen una medida preventiva de rápida y probada eficacia en la salud, pero al igual que los alimentos industrializados, los medicamentos cuentan con una fecha de vencimiento o caducidad que, después de excederla, debe interrumpirse su uso y desecharlos.

La mayoría de las personas, al concluir su tratamiento o al sentirse mejor, suspende el uso del medicamento y envía al cajón o botiquín de casa la caja o frasco con el medicamento sobrante, pero pueden pasar años antes de que se vuelvan a necesitar y en ocasiones, por no revisar la fecha de caducidad, se ingiere ya caduco.

En el mejor de los casos, el efecto terapéutico se verá disminuido o será nulo, sin embargo se corre el riesgo de que la sustancia activa haya modificado su composición y entonces hay peligro latente que pueda provocar daños colaterales que se añaden al padecimiento original. Una vez caducado un producto, no debe utilizarse y, por lo tanto, desecharse de forma segura.

Oímos a menudo que es conveniente revisar nuestros botiquines caseros al menos una vez al año, y llevar a la farmacia todos aquellos medicamentos caducados, en mal estado, sin el envase original, para que a su vez se hagan cargo del destino final del producto caduco, a través de los mismos laboratorios que los expenden.

Con esta práctica, a quien se pretende cuidar en concreto es al medio ambiente, y sí, en forma indirecta, la salud de las personas.

Un medicamento que acaba en la basura puede ocasionar la contaminación del agua potable. Los antibióticos y desinfectantes no biodegradables pueden matar las bacterias necesarias para el tratamiento de las aguas residuales.

Cuando se queman medicamentos a baja temperatura o en recipientes abiertos en condiciones no adecuadas pueden liberarse contaminantes tóxicos a la atmósfera. Los medicamentos caducados pueden acabar en manos de personas que buscan en los basureros o de niños. Si las preparaciones farmacéuticas se guardan en su envase original existe el riesgo de que se revendan.

Para contar con medicamentos seguros, eficaces y de calidad se requiere vincular el proceso que inicia con la fabricación y el desarrollo de nuevos medicamentos, y que continúa con las etapas de licenciamiento y/o autorización, almacenamiento, distribución y comercialización posterior.

Es por eso que la Cofepris, cumpliendo su misión de proteger la salud de la población, ha implementado una estrategia integral de clase mundial con una visión en salud pública que le permite contar con una regulación que sustenta con base jurídica el control sanitario en todas las fases antes mencionadas, contribuyendo así al logro del objetivo supremo: la salud de la población.

En fecha reciente, la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, concretó con la industria farmacéutica un Plan Integral de Fomento Sanitario para el manejo adecuado de los medicamentos caducos en toda la cadena comercial.

Este plan de acciones es fundamental para reducir la cantidad de fármacos caducos en las farmacias, aumentar la recolección y la destrucción de los mismos en hornos especializados de gestión ambiental.

En una acción de corresponsabilidad, los fabricantes de medicamentos se comprometieron por escrito a recibir devoluciones de productos caducos de los distribuidores y a destruirlos conforme a la normatividad.

A su vez, los distribuidores se comprometieron a recibir en tiempo y forma las medicinas caducas provenientes de las farmacias y a remitirlos a los laboratorios.

En los dos últimos años se han asegurado cerca de 100 toneladas de fármacos que se vendían de manera irregular en tianguis, supuestas farmacias y bodegas, de las cuales el 23.3% resultaron caducos durante 2011.

Los citados lineamientos, no sustituyen sino que vienen a complementar la estrategia nacional que tiene en marcha la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) desde 2010, para recoger los medicamentos que caducan en los hogares a través de la instalación de contenedores en las farmacias, aunque todavía esa medida no existe en la gran mayoría de las farmacias de la Región Lagunera.

El plan de manejo de riesgos de Canifarma fue autorizado por Secretaría del Medio Ambientes y Recursos Naturales (Semarnat) y opera a través del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos (Singrem) en ocho estados de la República en donde se han recolectado 35 toneladas de fármacos caducos al cierre de 2011.

En países europeos, como España, por medio de una entidad sin fines de lucro -el Sigre-, se puede depositar los restos de medicamentos, envases y medicamentos caducados en la farmacia más cercana. Esta organización se encarga de la destrucción controlada de los medicamentos y el reciclaje de las partes aprovechables de los envases. Existen iniciativas similares en otros países, como México o Argentina, aún no concretados al 100 por ciento.

Lo anterior no incluye los termómetros, agujas, radiografías, gafas, pilas, gasas ni productos químicos sin envase, que requieren un tratamiento diferente y especializados.

Además los farmacéuticos pueden devolver los medicamentos caducados al fabricante (a través de las mismas vías de distribución) siempre que no se superen los 6 meses.

Piénsalo dos veces

Un medicamento que acaba en la basura:

-Puede ocasionarse la contaminación del agua potable.

-Los antibióticos, antineoplásicos (antitumorales) y desinfectantes no biodegradables pueden matar las bacterias necesarias para el tratamiento de las aguas residuales

-Cuando se queman medicamentos a baja temperatura o en recipientes abiertos en condiciones no adecuadas pueden liberarse contaminantes tóxicos a la atmósfera.

-Los medicamentos caducados pueden acabar en manos de personas que buscan en los basureros o de niños.

-Si las preparaciones farmacéuticas se guardan en su envase original existe el riesgo de que se revendan.

Échales el ojo

No permitas que los medicamentos se conviertan en un arma de doble filo, para eso sigue estás recomendaciones:

*Mantén los medicamentos en sus cajas originales, así evitarás confusiones.

*Revisa las fechas de caducidad de los medicamentos cada cuatro meses.

*Escribe en la caja para qué sirve el medicamento, sin embargo recuerda que debes acudir al doctor y no automedicarte.

*Es importante que respetes la fechas de caducidad, además no tomes medicamentos que hayan cambiado en su aspecto u olor.

*Los medicamentos deben guardarse en un lugar fresco, seco y oscuro. Toma en cuenta las recomendaciones que vienen en el empaque para su preservación.

*El baño y la cocina no son buenos lugares para guardar medicamentos porque los cambios de temperatura y humedad no son recomendables.

*Si tienes niños asegúrate de guardarlos bajo llave, y no les digas para qué sirven o que saben a caramelo, ya que puedes despertar su curiosidad de probarlos.