Que tu salud no se vaya con el humo

Suena el despertador, lentamente se estira y se sienta en la cama, inmediatamente extiende la mano toma la cajetilla y el encendedor, saca un cigarro, lo enciende y aspira profundamente para sentir el sabor del tabaco y sin tanto pensarlo fumarse su salud poco a poco. Así es, por más que usted piense que fumarse uno o varios cigarros no le causa ningún problema, el tabaquismo es una enfermedad y el fumador es un enfermo que tiene una adicción severa que a su vez condiciona dependencia psicológica y física.

Según la última Encuesta Nacional de Adicciones en México existen 14 millones de fumadores y si el país no logra revertir esta tendencia, la mitad de ellos morirán a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco.

Esta encuesta también señala que los fumadores activos fuman siete cigarrillos al día en promedio; los adolescentes, cinco cigarrillos y los adultos, siete. La duración promedio del hábito de fumar diariamente en los adolescentes (12–17 años) fue de 2.2 años y de 11.4 años en los adultos (18–65años).

Para darnos una idea más clara del daño que representa el tabaquismo podemos hacer el siguiente ejercicio: multiplicar los cigarros que se fuman al día por 365 días por los años que se lleva fumando.

Además podemos resaltar que fumar daña prácticamente todos los órganos del cuerpo y disminuye la salud general de la persona ya que el humo contiene 7 mil sustancias químicas, de las cuales 250 son dañinas para la salud y 69 de ellas causan cáncer.

Tal vez usted ya esté consciente de todo el daño que causa en su organismo el tabaco, pero entonces ¿por qué no lo deja?

La nicotina, el gancho

La nicotina es la principal causante de la adicción a los cigarros, y esta dependencia se puede dar después de un breve consumo esporádico, al hacer que su organismo se adapte rápidamente al nivel de nicotina que usted precisa para funcionar con normalidad. Incluso, el Instituto Nacional del Cáncer de EU señala que la adicción a la nicotina es semejante a la producida al usar drogas como la heroína y la cocaína.

Por esto cada vez que usted intenta dejar de fumar tiene síntomas desagradables, ya que priva a su cuerpo del nivel de nicotina al que está acostumbrado.

Sí se puede, Sí se puede

Tal vez usted ya ha intentado dejar el cigarro sin conseguirlo, o quizá no esté muy convencido ya que piensa que con el tiempo va a recaer, por eso es importante recalcar los beneficios que experimentan las personas que dejan de fumar:

*El ritmo cardíaco y la presión arterial, los cuales son anormalmente altos cuando se fuma, comienzan a regresar a niveles normales.

*Después de unas cuantas horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre empieza a disminuir (el monóxido de carbono reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno).

*Después de algunas semanas, las personas que dejan de fumar presentan una mejor circulación, producen menos flema y no tosen ni tienen episodios de sibilancias con tanta frecuencia.

*Después de varios meses de dejar de fumar, se puede esperar una mejoría considerable en la función pulmonar.

*Las personas que dejan el tabaco tendrán un mejor sentido del olfato y la comida sabrá mejor.

*Dejar de fumar reduce el riesgo de cáncer y de otras enfermedades, como las enfermedades cardíacas y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las cuales son causadas por fumar.


La preparación

Además existen varios pasos que usted puede seguir para prepararse para dejar de fumar, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EU recomienda las siguientes acciones:

Reduzca el consumo:

• No compre cigarrillos: Así fumará menos al no tenerlos a la mano.

• Fume menos cigarrillos que el día anterior. De está manera su cuerpo se irá acostumbrando.

• Fije una fecha. Decídase a fijar una fecha para dejar de fumar cigarrillos por completo.

Aprenda a resistir al deseo de fumar:

• Cuando sienta deseos de fumar, espere cinco minutos antes de encender un cigarrillo. Así el deseo cada vez será menor.

• No fume en su casa. Intente resistir el deseo de fumar, salga de su casa, camine un rato o distráigase con otra cosa.

• Evite tentaciones. No vaya a sitios donde hay muchos fumadores.

Considere los efectos dañinos del cigarrillo:

• Recuerde cómo afecta el cigarrillo la salud. Haga una lista con todos los daños que le ocasiona el cigarro y téngala a la mano.

Llegó el momento

*Lo primero es tener la clara idea de dejar de fumar, para conseguir dejar de fumar es fundamental la voluntad, pero también debe preparar un plan.

*Antes de empezar debe definir si lo va a intentar por su cuenta o necesita ayuda de un médico para dejarlo, así podrá definir sus siguientes acciones.

*Fije un día para dejar de fumar, pero tome en cuenta que lo ideal es no hacerlo cuando tenga previstos acontecimientos con un estrés excesivo (cambios de trabajo, exámenes, cambios vitales) o con demasiados acontecimientos sociales (fiestas, comidas, celebraciones).

*No se engañe. El darle una sola fumada al cigarro, lo hará caer más rápidamente en el vicio. Manténgase firme en su decisión.

*Evite tentaciones. Aléjese de la cajetilla de cigarros, los ceniceros, encendedores y todo lo que le pueda recordar el vicio.

*Distracciones. Ocupe su tiempo en otra cosa, salga a caminar, masque un chicle sin azúcar o beba agua, la finalidad es que la idea de fumar se aleje de su mente.

*Apoyo. Informe a sus familiares y amigos de la decisión, así evitará que le ofrezcan cigarrillos y lo animarán a continuar con su plan.

*Situaciones de riesgo. Haga una lista de motivos por los que quiera dejar de fumar, fije un objetivo, y cada vez que sea demasiada la tentación recuerde cada punto.

*No se rinda. Si usted ha intentado dejar de fumar varias veces sin conseguirlo no significa que no pueda hacerlo, tómelo como un reto, sea firme y vuelva a empezar.

Alimentos saludables

Otro problema al que se enfrentan las personas que quieren dejar de fumar es el miedo a engordar, sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que una alimentación sana puede no solo minimizar este aumento de peso al ser más saludable, sino que también puede facilitar el abandono del hábito.

De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad Duke de Carolina del Norte (EU) las frutas, las hortalizas y productos lácteos, son alimentos que empeoran el sabor del cigarro, mientras que

consumir abundante carne, alcohol o café produce el efecto contrario, ya que realza su sabor, haciendo más atractivo el hábito de fumar.

Muchas personas engordan al dejar de fumar ya que la inevitable ansiedad habitualmente se suple con comer de forma compulsiva y desordenada. Actualmente existen varias dietas que le pueden ayudar a llevar a cabo una adecuada deshabituación del tabaco minimizando la adquisición de kilos de más. Un ejemplo es la dieta que ofrece la página de Eroski Consumer en la que además se incluyen recomendaciones para cumplir su meta.

Así que no lo piense más tiene muchas cosas que ganar y está en sus manos que su salud no se acabe fumada, tras fumada.

¿Y la sigues pensando?

*De las 7,000 sustancias químicas presentes en el humo de tabaco, 250 son dañinas para la salud y al menos 69 causan cáncer.

*La exposición al humo de tabaco de segunda mano aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en 25% a 30%.

*Las mujeres embarazadas expuestas al humo de tabaco en el ambiente tienen riesgo de que su bebé nazca con un peso bajo.

*Los niños expuestos al humo de tabaco en el ambiente tienen un alto riesgo de presentar síndrome de muerte infantil súbita, infecciones de oídos, resfríos, neumonía, bronquitis y de asma más grave.

Todavía estás a tiempo

Dejar de fumar a los 30 años: Según varios estudios los fumadores que dejan el tabaco alrededor de los 30 años de edad reducen su probabilidad de morir prematuramente por enfermedades relacionadas con fumar en más de 90%.

Dejar de fumar a los 50 años: Las personas que dejan de fumar alrededor de los 50 años de edad reducen su riesgo de muerte prematura en más de 50% en comparación con quienes siguen fumando.

Dejar de fumar a los 60 años: Aun las personas que dejan el tabaco alrededor de los 60 años de edad o más viven más tiempo que quienes siguen fumando.

El cigarro contiene los siguientes carcinogénicos:

Entre estas sustancias carcinógenas se incluyen:

• Alquitranes: utilizados para asfaltar carreteras y calles.

• Arsénico: veneno mortal muy potente.

• Cadmio y níquel: utilizados en baterías.

• Cloruro de vinilo: discos de vinilo.

• Creosota: componente del alquitrán.

• Formaldehído: conservante orgánico usado en

laboratorios forenses y anatomía patológica.

• Polonio 210: radioactivo.

• Uretano: utilizado para embalajes.

Otros tóxicos irritantes para los ojos y las vías respiratorias superiores:

• Amoniaco: Utilizado en los limpiacristales.

• Acetona: Disolvente tóxico.

• Acroleína: Potente irritante bronquial y causa de

enfisema.

• Cianuro de hidrógeno: Veneno mortal utilizado como raticida.

• Monóxido de carbono: Mortal en espacios cerrados cuando hay una combustión deficiente (calderas,

estufas, braseros...).

• Metanol: Utilizado como combustible de misiles.

• Tolueno: Disolvente tóxico.

Fuentes: Se puede dejar de Fumar, claves para conseguirlo, Ministerio de Sanidad y Consumo / 'No lo deje para mañana, deje de fumar hoy. Guía para dejar de fumar', del National Cancer Institute de Estados Unidos / Programa contra el Tabaquismo: Actualización 2011-2012, Secretaría de Salud / Los riesgos del tabaquismo activo y pasivo, Salud Pública de México.