La embajadora de Estados Unidos en Perú, Rose M. Likins, consideró hoy conveniente unir fuerzas entre los dos países para derrotar a los remanentes del grupo Sendero Luminoso y desarrollar una lucha conjunta contra el narcotráfico.
"Estamos en un momento de muchas posibilidades en esta colaboración entre los dos países. Estamos viviendo un gobierno que reconoce la amenaza, que tiene voluntad política y que está poniendo recursos peruanos a esta lucha", recalcó Likins a una radioemisora limeña.
Aclaró, sin embargo, que frente al panorama fiscal de su país “no se podría hablar de un apoyo al mismo nivel que el Plan Colombia”, que consistió en una estrategia bilateral antinarcóticos que incluía un millonario financiamiento.
El apoyo financiero de Estados Unidos a Perú es de unos 50 millones de dólares anuales, cifra que no puede ser elevada porque “nuestra condición fiscal no lo permite”, indicó la diplomática.
Calificó de “criminales y cínicos” a los miembros de Sendero Luminoso que secuestraron a 36 trabajadores del proyecto gasífero de Camisea y que luego los liberaron tras la presión y enfrentamientos con la Policía y las Fuerzas Armadas en la selva del Cusco.
"Son cínicos, son narcotraficantes, no hay nada rescatable ahí. Son criminales, cínicos y delincuentes, y hay que unir las fuerzas para derrotarlos", enfatizó Likins, un tanto molesta por las acciones recientes de los senderistas.
En su opinión, los rebeldes buscaban "atacar" el logro conseguido por el gobierno peruano respecto a la recuperación del Lote 88 para garantizar gas para el consumo interno y que inicialmente se había destinado a la exportación.