La operación "Rápido y Furioso", de trasiego ilegal de armas a México, será puesta bajo renovado escrutinio por los republicanos del Congreso en el año electoral, incluidas nuevas exigencias para la comparecencia del procurador Eric Holder.
El presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, Darrell Issa, citó a Holder a comparecer el próximo 24 de enero para explicar las fallas de la operación y su responsabilidad del incidente.
'Específicamente la audiencia se enfocará en lo que altos funcionarios del Departamento de Justicia debieron haber hecho para detener este programa imprudente, así como las áreas donde hubo errores de comunicación y manejo', puntualizó Issa en el citatorio del 19 de diciembre.
Issa, republicano de California y uno de los más acaudalados miembros del Congreso, ha sido acusado de politizar la pesquisa y de buscar anotarse puntos políticos, en lugar de enfocarse en reformas de las leyes de control y supervisión de armas para evitar su contrabando a México.
Cuestionado sobre la politización de la investigación legislativa de 'Rápido y Furioso', Issa negó tal intención y rechazó que haya planeado continuarla en 2012, de cara a las elecciones presidenciales del mes de noviembre.
'Mi único punto es: si el presidente insiste en que Eric Holder haga su trabajo y lo haga rápidamente, esto no sería para nada un asunto de año electoral. Eso depende de él', señaló Issa en una reciente entrevista con la cadena Univision.
Issa no ha pedido abiertamente la renuncia de Holder, pero ha insistido en que la investigación sobre el fallido operativo llegue a sus últimas consecuencias, en coincidencia con el inicio este mes del proceso de elecciones primarias republicanas.
Los republicanos argumentan que se trata de un acto de justicia para los agentes Brian Terry y Jaime Zapata, este último ocurrido el año pasado en México.