Calificada por tirios y troyanos de temeraria la acción discrecional del presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Téllez, de anular las operaciones realizadas en los últimos 15 minutos del llamado viernes negro en el piso de remates, se está gestando una rebelión en su contra por parte de las casas de bolsa
De hecho, algunas de las intermediarias, al parecer Merrill Lynch y GBM (Grupo Bursátil Mexicano) a la cabeza, están preparando demandas contra el organismo en reclamo de daños y perjuicios.
El epicentro del terremoto, el pasado viernes 13, como usted sabe, lo originó un dedazo incorrecto de un operador de una minúscula casa de bolsa de razón social Bulltick, que apretó la tecla de "operaciones mayores".
Lo que sería una simple transacción de papeles de una emisora se convirtió en una oferta de compra de todas las que integran el Índice de Precios y Cotizaciones.
Naturalmente, a la luz del regalito que caía del cielo el día que para los europeos es de mala suerte por el asesinato masivo de los hugonotes, las intermediarias se apresuraron a comprar la ganga a favor de sus mejores clientes.
Acciones que valían 25, 30, 35 o 18 pesos, adquiridas en 43.50, es decir la postura que llegó a la pizarra.
El vértigo de la ambición, desde luego, les puso alas a los operadores para vender de inmediato, adjudicándose una ganancia virtual que no llegaba desde la época previa al crack de 1987.
¡Bendito sean Dios y todos los santos!
El problema fue que, alentado de una supuesta pérdida para el Instituto del Depósito de Valores, Indeval, de dos mil millones de pesos, el presidente de la bolsa bajó corriendo al recinto para dictar, sin reflexión al calce, la nulidad de las operaciones realizadas.
- He dicho.
La primera vez en la larga historia del mercado bursátil en que se exigía borrar de las pantallas decenas de operaciones.
El caso es que, serenados los ánimos, sosegadas las pasiones, enfriadas las ansias, Luis Téllez intentaría un control de daños ante la certeza de que carecía de facultades para exigir el borrón.
De entrada, se convocó a una reunión urgente del Consejo de Administración de la Bolsa Mexicana de Valores, cuyo punto principal en la orden del día era aprobar un exhorto a las casas de bolsa para no presentar demandas contra el organismo.
Este, pese a la presencia de extraños a quienes se calificó de "paleros", no pudo aprobarse por falta de quórum.
La mayoría de los consejeros, alertados por sus abogados, prefirieron hacer mutis para evitar verse involucrados en líos judiciales.
La razón es simple: Si una casa de bolsa firma la renuncia a ejercer su derecho de reclamo, como lo pidió, finalmente, vía correos electrónicos el presidente de la bolsa, se quedaría indefensa de cara a una eventual demanda que a su vez le hicieron los clientes a cuyo nombre se realizaron las operaciones anuladas.
De hecho, las intermediarias bursátiles que están proyectando demandar a la bolsa han sido presionadas por los inversionistas.
Ahora que la exposición de motivos de la rebelión apunta a que el organismo está sobreprotegiendo a la casa de bolsa culpable del remolino, en un escenario en que no ha habido tabla rasa frente a problemas similares.
Por qué a ella sí y a mi no.
Como le comentábamos hace unos días, la casa de bolsa Bulltick opera con un capital de sólo cinco millones de pesos, pese a lo cual realiza operaciones por tres mil millones en juego.
En aquel fatídico viernes 13 estas estaban siendo respaldadas por la casa de bolsa Invex.
Téllez de espaldas a la pared.
BALANCE GENERAL
De acuerdo a la matriz en Estados Unidos de la cadena de tiendas Walmart, el nombramiento interno como zar anticorrupción de Tom Gean, se dictó antes de que el diario estadounidense "The New York Times" abriera la puerta al escándalo, al hacerse pública la supuesta entrega de sobornos a autoridades mexicanas por parte de la firma para garantizar su expansión.
Sin embargo, una de las acusaciones que pesan sobre la compañía líder del planeta en materia de comercio al menudeo, es haber cerrado su indagación interna sin comunicarle los resultados a los gobiernos de México y Estados Unidos.
La empresa, pues, ocultó el expediente.
Ahora que la investigación del rotativo del país de las barras y las estrellas se abrió hace un año, notificándole a la afectada que ésta estaba en curso.
SÍ, PERO NO...
La Comisión Federal de Competencia confirmó a la letra lo publicado ayer en este espacio. Será, pues, el lunes cuando se discuta el recurso de reconsideración planteado por Telcel contra la megamulta de casi 12 mil millones de pesos impuesta por la dependencia por supuesta reincidencia en prácticas monopólicas.
La sanción pecuniaria es equivalente a 2% de los ingresos de la firma líder en telefonía móvil en el año en que se investigó.
La instancia señala que la decisión del pleno se ajustará estrictamente “a los méritos técnicos y jurídicos del caso”, con el objetivo de proteger el proceso de competencia y el bienestar de los consumidores.
La fecha prevista se justifica por qué está por vencerse el plazo fijado por la ley para desahogar el asunto, es decir había prisa.
Según ello, además, la convocatoria no la lanzó ninguno de los comisionados, por carecer de facultades.
PLIEGO PETITORIO
Más allá de la brecha entre la petición de incremento salarial del sindicato y la oferta de la empresa: el primero exige 6%, la segunda plantea 3.8%, el punto que detiene la posibilidad de un arreglo entre sus trabajadores y Teléfonos de México es la petición de mantener intacta la planta laboral con 35 mil plazas.
El problema es que la compañía ha perdido clientela en forma vertiginosa. De 19 millones de líneas en su pico más alto, tiene hoy algo más de 17.
De hecho, la población contrata sólo para uso de banda ancha.
Más aún, la empresa ha dado de baja miles de líneas al no cumplirse con los pagos durante lapsos que alcanzan hasta medio año.
El jaloneo, pues, mantendrá el suspenso sobre la posibilidad de estallido de huelga hasta muy avanzada la noche de hoy.
OTRO CHEPINAZO
La inseguridad con que acude a los actos públicos le jugó otra mala pisada a la candidata panista a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, quien ayer se desbordó en elogios para sus “queridos amigos” Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín, por su libro Futuro para todos. Acciones inmediatas para México.
El problema es que éste lo publicó el Instituto Mexicano para la Competitividad, compilando textos de diversos autores.
El prólogo, en efecto, es de Aguilar Camín, pero la firma de Castañeda no aparece en ningún lado.
El volumen plantea propuestas hacia una perspectiva de 30 años.
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