El polémico tratado internacional contra las falsificaciones, conocido como ACTA, fue rechazado por tres comisiones del Parlamento Europeo (PE): la de Asuntos Jurídicos, de Libertades Civiles y de Industria.
La posición de esas tres comisiones dificulta la aprobación del pacto por el pleno de la Eurocámara, un paso necesario para que pueda ser ratificado por la Unión Europea (UE).
Negociada por México, la Unión Europea, Estados Unidos y otros ocho países, ACTA tiene por objeto combatir la piratería en diversos sectores, pero ha suscitado duras críticas de los defensores de los derechos fundamentales.
En su informe sobre el tema, el eurodiputado griego Dimitrios Droutsas, relator por la comisión de Libertades Civiles, sostuvo que ACTA “contraviene los derechos fundamentales y no contribuye al debate democrático de una nueva política en la UE en materia de propiedad intelectual”.
Los parlamentarios europeos critican particularmente el capítulo del pacto dedicado a Internet, en el que se preve que empresas proveedoras puedan manejar información personal de sus clientes y suspender, sin orden judicial, las cuentas de sospechosos de actos de piratería.
“Artistas, junto con activistas, disidentes políticos y ciudadanos deseosos de comprometerse en el debate público, de ninguna manera pueden ser inhibidos en su capacidad para comunicarse, crear, protestar y tomar acción”, dijo Droutsas en su informe.
La eurodiputada sueca Amelia Andersdötten, relatora por la comisión de Industria, afirmó que ACTA “parece ser lo contrario a la ambición de hacer de Europa el escenario de la innovación de punta de Internet, la promotora de la neutralidad de la red y del acceso al mercado digital en línea de las pequeñas y medianas empresas”.
Antes de la votación en sesión plenaria, prevista para principios de julio, el acuerdo será votado también por la comisión de Comercio Internacional, el próximo día 21 de junio.
