El Papa Benedicto XVI rechazó hoy que la Biblia pueda ser considerada un “depósito inerte” y recordó la necesidad de interpretar correctamente su contenido, como verdadera “palabra de Dios”.
El pontífice envió el mensaje al presidente de la Pontificia Comisión Bíblica, cardenal William Joseph Levada, en ocasión de la asamblea plenaria de ese organismo que se desarrolló en El Vaticano del 16 al 20 de abril, bajo el título “Inspiración y verdad de la Biblia”.
“Es esencial y fundamental para la vida de la Iglesia que los textos sagrados sean interpretados según su naturaleza: la inspiración y la verdad son características constitutivas de esta naturaleza”, indicó.
“La palabra de Dios fijada en los textos sagrados no es un depósito inerte al interior de la Iglesia sino que se convierte en regla suprema de su fe y potencia de vida”, agregó.
Con esas palabras, el Papa abordó uno de los debates más encendidos para los católicos, aquel de la correcta interpretación de los pasajes de la Biblia y que separa a estos creyentes de los miembros de otros grupos cristianos, especialmente los llamados “protestantes”.
Según el líder católico, la “inspiración divina” asegura que en las palabras humanas se exprese la voluntad de Dios y, por tanto, una interpretación bíblica que olvide o relegue esa cualidad no tiene en cuenta su característica más apreciable e importante: su procedencia divina.
“Por el carisma de la inspiración, los libros de la sagrada escritura poseen una fuerza de llamada directa y concreta. Pero la palabra de Dios no se queda confinada en lo escrito”, apuntó.