El Senado dejó fuera de la reforma laboral la obligación para que los dirigentes de los sindicatos informen sobre el uso de las cuotas de trabajadores, así como el requisito del voto secreto en la elección de líderes.
Ambas propuestas fueron rechazadas en las comisiones del Trabajo y de Estudios Legislativos cuando votaron la minuta enviada por la Cámara de Diputados para reformar la Ley Federal del Trabajo.
Las iniciativas de rendición de cuentas sobre cuotas sindicales y el voto secreto en asambleas fueron eliminadas por los diputados, pero el PAN y el PRD en el Senado buscaron incluirlas en el texto final.
Sin embargo, el voto en las comisiones quedó empatado, con seis votos en contra del PRI y seis a favor de PAN y PRD, por lo que ambas propuestas fueron rechazadas.
La oposición del PRI fue encabezada por el senador Isaías González, líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), que aglutina a varios sindicatos.
La transparencia y el voto secreto fueron opuestos por las dirigencias sindicales, que lograron eliminar ambos puntos de la iniciativa enviada por el presidente Felipe Calderón cuando el dictamen fue aprobado por la Cámara de Diputados.
El senador panista Javier Lozano dijo que sin la transparencia y democracia sindical, la reforma queda incompleta.
Al votar cada uno de los puntos de la reforma, los senadores avalaron cambios en contrataciones y pagos.
La reforma regula la subcontratación o "outsourcing" para establecer obligaciones de los patrones, así como los contratos temporales y los períodos de prueba. También crea la figura del pago por hora y limita a 12 meses el pago de salarios caídos por huelga.
