Autoridades estatales y municipales defendieron ayer el proyecto de la Gran Plaza y rechazaron las críticas del arquitecto Enrique Norten sobre la utilidad y las características del complejo.
El secretario de Gobierno de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, rechazó que hubo falta de consulta a la ciudadanía y dijo que el conjunto de la explanada, estacionamiento y nueva Presidencia Municipal ha sido una de las obras "más consensuadas en la historia del Municipio".
Riquelme, quien supervisó parte de la construcción como secretario de Desarrollo Regional, dijo que se organizaron foros y hubo "cientos de opiniones" de ingenieros, arquitectos, maestros, estudiantes y empresarios.
En un recorrido por la Gran Plaza, Norten cuestionó la falta de participación para hacer un proyecto de esas dimensiones, y criticó la falta de visión sustentable del proyecto, como la ausencia de árboles en la plaza y la fachada de vidrio del edificio que absorberá el calor.
El alcalde Eduardo Olmos dijo que no hubo objeciones al proyecto y añadió que la Gran Plaza sí tendrá árboles y espacios de sombra.
Riquelme dijo que respeta las opiniones de Norten, pero dijo que evaluó un edificio "en obra negra" y sin conocer el proyecto, elaborado por el arquitecto lagunero Germán Vargas.
Cuestionó que se descalifique "a quienes participaron, sólo porque son torreonenses y no son de fuera".
Norten, que ha realizado proyectos de rescate de espacios urbanos en México, Estados Unidos y Europa, aseguró que el complejo de la Gran Plaza carece de una visión para reactivar el Centro.