Fertilidad. Hasta el momento los experimentos sólo se han realizado con ratones de laboratorio.
A simple vista parecen inofensivos, incluso resultan útiles para transportar, almacenar y calentar nuestros alimentos y bebidas, pero en realidad pueden ser un peligro para la salud. Hablamos de los recipientes de plástico o "toppers", que de acuerdo con diversos estudios, contienen compuestos tóxicos que provocarían problemas de fertilidad en las mujeres, señaló Isabel Hernández Ochoa, científica del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Comentó que algunos grupos de investigación han detectado que tóxicos que se encuentran en los plásticos, como el bisfenol A y algunos ftalatos, disminuyen la capacidad del óvulo para ser fertilizado o las probabilidades de que un espermatozoide fertilice al óvulo.
El problema de los plásticos, señaló Hernández Ochoa, es que su continuo uso, la elevación en la temperatura al calentarlos y el lavado con detergentes, va incrementando las posibilidades de que los compuestos tóxicos que poseen se liberen, se incorporen a los alimentos y bebidas, y de esta forma ingresen a nuestro organismo. Lo que ocurre, explicó, es que los aditivos que emplea la industria para darles a los plásticos la flexibilidad y dureza, poseen compuestos que al ingresar a nuestro cuerpo pueden simular efectos similares a los de las hormonas que produce el organismo y pueden causar efecto en la ovulación y en la calidad fértil del ovocito. Hasta el momento, sus estudios se han realizado en ratones de laboratorio, los resultados preliminares revelan que al ser expuesto un ratón a bisfenol A, en concentraciones similares a las que consumiría un humano, disminuye en un 20 o 25% la capacidad del ovocito para ser fertilizado.