Policías federales rondan las calles del puerto de Acapulco.
La Policía de Texas se sumó a una advertencia del gobierno de Estados Unidos para aconsejarle a los estudiantes que eviten viajar a México durante sus vacaciones de primavera.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas, colindante con México, emitió la advertencia a los alumnos estadounidenses que acostumbran viajar a México para vacacionar -conocidos como springbreakers- al señalar que persisten hechos violentos.
El Departamento de Estado norteamericano recomendó el mes pasado a los estadounidenses que no viajen a ciertas partes o a todo el territorio de 14 de los 31 estados de México. La advertencia sobre viajes es la más extensa que ha hecho Estados Unidos desde que México arreció la lucha contra el crimen organizado en 2006.
El director de la Seguridad Pública en Texas, Steven McCraw, dijo que la violencia de los cárteles mexicanos de la droga y otros hechos delictivos constituyen una amenaza considerable a la seguridad, incluso en algunos centros turísticos.
ALERTA SIN SENTIDO Por su parte, la Secretaría de Gobernación (Segob) rechazó la alerta. "Es un comunicado que no tiene sustento en hechos ni con datos reales, que distorsiona la realidad... Lo que le decimos a los texanos, a la luz de este aviso, es que vengan a México a pasar las mejores vacaciones de su vida", aseguró Jorge Alberto Lara, comisionado para el Desarrollo Político de la Segob.
Dijo que la seguridad de los vacacionistas de EU y de otros países está garantizada por el Gobierno Federal.
Refuerzan seguridad
Elementos de la Policía Federal del operativo "Guerrero Seguro", iniciaron el reforzamiento nocturno de la zona turística del puerto por 12 horas, luego que la Policía Municipal fue confinada a la zona suburbana.
En la base naval y en un entronque, policías federales colocaron retenes para la revisión de vehículos y en algunos casos pararon unidades de servicio de carga para revisar su contenido.
Camionetas Suburban y Pick Up de la Policía Federal estaban apostadas con las sirenas prendidas, en el punto de las instalaciones de Pemex. Allí elementos de las fuerzas federales instalaron conos y pedían a los conductores que disminuyeran su velocidad para revisar las unidades, mientras que a otros sólo les preguntaban su destino, como era el caso de los taxis colectivos.