Margarita Zavala agradeció la labor de Províctima por generar la cultura que permite poner a las víctimas en el centro de la justicia penal, y no sólo al responsable del crimen.
Margarita Zavala, presidenta del DIF nacional, y el rector de la Universidad Iberoamericana, José Morales Orozco, participaron en la entrega de reconocimientos a funcionarios públicos de la Procuraduría Social de Atención a las Víctimas de Delitos (Províctima), que cursaron el diplomado “Las Víctimas del Delito en el Nuevo Sistema de Justicia Penal en México”.
El diplomado es impartido por la Iberoamericana en colaboración con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y refleja la preocupación que todas las instituciones por el incremento de la delincuencia.
El problema no se puede resolver sólo con la acción del gobierno, sino por medio de la participación ciudadana proactiva, decisiva y comprometida, señaló el rector en su discurso de cierre de curso.
En tanto, en un breve discurso, Margarita Zavala agradeció la labor de Províctima por generar la cultura que permite poner a las víctimas en el centro de la justicia penal, y no sólo al responsable del crimen.
Asimismo felicitó a los servidores públicos por dignificar su figura y dar sentido a su vocación.
Por su parte, Sara Irene Herrerías, titular de la Procuraduría Social de Atención a las Víctimas de Delitos, señaló en un comunicado que este diplomado otorgará a los servidores públicos las herramientas para tratar de manera más eficaz a las víctimas.
Thomas Delaney, jefe de misión en México de la USAID, subrayó su compromiso de apoyar a México en iniciativas “exitosas y prometedoras” como Províctima, que ahora será capaz de brindar una atención más integral.
A su vez, Antonio Tena Suck, director del Departamento de Psicología de la UIA, señaló que el diplomado, consistente de 22 módulos impartido por la Dirección de Educación Continua, abre las puertas para que los servidores públicos sean capaces de convertir un evento traumático en una posibilidad de vida para las víctimas.