UNT. El director de Telmex, Héctor Slim Seade, señaló que no necesariamente los sindicatos representan trabas al desarrollo laboral y la competitividad, como se ha planteado en el marco de la discusión de la reforma laboral.
La reforma laboral propuesta por el presidente Felipe Calderón busca alentar el sindicalismo de protección, el cual favorece la negociación entre patrones y "líderes" sindicales sin defensa para el trabajador, acusó ayer Francisco Hernández Juárez, líder de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
En la inauguración de la Convención Nacional Ordinaria de Telefonistas, el dirigente de ese gremio dijo que los trabajadores no están en contra de la propuesta en su totalidad, pero sí en los puntos que tienen que ver con la precarización de salarios, la legalización del "outsourcing", la informalidad del empleo y la vulneración al contrato colectivo.
"El propósito de la iniciativa preferente enviada por el Ejecutivo al Congreso no es, en forma alguna, la democratización del mundo del trabajo, sino la eliminación de las endebles normas que aún protegen a los trabajadores mexicanos, de una flexibilización salvaje y agresiva, que previenen los empleos inestables, sin derechos, sin garantías, sin futuro.
"Su propósito es alentar al sindicalismo de protección patronal para controlar y limitar cada vez más la organización de los trabajadores, y legalizar con ello la simulación de la negociación obrero-patronal y de la relación obrero-patronal, a través de figuras como el outsourcing", dijo en su discurso.
Acusó que el diagnóstico del cual parte la iniciativa del Ejecutivo es equivocado, pues no son los derechos laborales los que impiden el desarrollo y la productividad, sino la erosión de la economía mexicana provocada por el deterioro salarial desde hace tres décadas y la creación de empleos precarios.
Aclaró que los sindicatos están dispuestos a dialogar para encontrar la reforma necesaria para el país, pero no cuando ésta parta de disolver los derechos de empleados.
La semana pasada el líder del Congreso del Trabajo, Joaquín Gamboa Pascoe, se pronunció también en contra de la iniciativa, e hizo un llamado al Presidente electo, Enrique Peña Nieto, a no respaldarla.
Al respecto, Hernández Juárez señaló en entrevista que hubo acercamientos entre ambos grupos para plantear acciones conjuntas, pero se quedó en el aire.
"Teníamos acuerdos con casi todas las organizaciones del Congreso del Trabajo, pero no sé qué habrá pasado. Esto nos debilitaría, sería mejor que fuéramos juntos, pero estamos en la misma actitud, me parece mucho mejor que (Carlos Aceves) Del Olmo esté como presidente de la Comisión del Trabajo (en la Cámara baja) que uno del PAN, él ahí sí va a velar por los derechos de los trabajadores", dijo.
Sostuvo que sí hay espacio de negociación, pues de los puntos a reformar, hay más de 100 cláusulas que no les provocan rechazo.
Hernández Juárez, ex diputado del PRD, sugirió la posibilidad de un pacto entre Calderón y Peña Nieto para aprobar la reforma laboral.
"Es un asunto complicado, porque puede haber un acuerdo Calderón-Peña Nieto en el sentido de que a cambio de que Calderón no sea molestado después de su gobierno, esté cargando con los costos políticos como el despojo de la frecuencia de 2.5 a Multivisión o esta propuesta de reforma laboral. Entonces el costo político lo cargará Calderón, pero Peña respaldará la iniciativa", señaló.