José Manuel Núñez Amaral, mejor conocido en el mundo del futbol como el general Núñez, rescató al Atlante en 1935 y lo dirigió durante 31 años, hasta 1966, cuando le entregó la estafeta a Fernando González, "Fernandón''.
El general Núñez fue jefe del Estado Mayor Presidencial del entonces presidente de la República, el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, y después se desempeñó como jefe de Policía de la Ciudad de México.
Ha sido el único militar que fue presidente de un equipo de futbol de Primera División y el único directivo que ha estado al frente de un club 31 años. Asumió la presidencia del Atlante en 1935, por sugerencia de Agustín González Escopeta.
Cuando el general Núñez tomó las riendas de los Potros de Hierro, lo primero que hizo fue imponer disciplina en el plantel y al primero en someter al orden fue a Juan "El Trompo'' Carreño, quien tenía fama de "trasnochador''.
El general Núñez observaba que cuando "El Trompo'' Carreño cobraba un tiro de esquina, se acercaba de inmediato a él una persona con una cantimplora, de la cual bebía apuradamente.
El general mandó investigar qué contenía aquella cantimplora y descubrió que en su interior había un "curado'' de pulque, que le daban de beber a "El Trompo'' Carreño para que se cortara la "cruda'', despidiéndolo enseguida.
El general Núñez fue todo un personaje del futbol mexicano durante tres décadas, vestía elegantemente, con su inseparable sombrero Tardán en la cabeza. De repente podía ser fotografiado al lado de los expresidentes Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés.
Cuando el Atlante conquistó su primer título profesional, que fue el primero de julio de 1947 en el estadio de la Ciudad de los Deportes, se tomó foto oficial con el presidente Miguel Alemán Valdés.
Para sostener a los Potros de Hierro, el general Núñez conseguía dinero prestado y al precio que fuera, en ocasiones empeñaba las alhajas de su esposa doña María, o vendía alguna propiedad para poder pagar a sus jugadores.
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