Cambio en patio principal. Bajando de la planta alta del Palacio de Gobierno, esta es la imagen que ahora se puede observar.
Murales y escudos de armas han sido recuperados en las paredes y arcos del Palacio de Gobierno durante su remodelación, obras que estaban ahí desde hace al menos 50 años, pero que estaban cubiertas hasta por nueve capas de pintura.
El arquitecto Fernando Vela, encargado de la rehabilitación del Palacio de Gobierno, comentó que tanto en la primera etapa como en la segunda se han tenido que realizar trabajos de decape en todas las paredes para ver si debajo existen murales.
Revela que la idea era tirar los enjarres para rehabilitarlos y revisar los daños de las paredes y muros, pero un arquitecto comentó haber visto en su etapa de juventud algunas pinturas que existían hace varias décadas en las paredes y arcos del inmueble.
Esto provocó que se hicieran los trabajos de decape, es decir, suministrar algunos solventes para ir quitando cada una de las capas de pintura hasta llegar al enjarre original o al mural.
En todas las paredes se hicieron estos trabajos y donde no se encontró nada se rehabilitó la pared.
En total lograron rescatarse ocho escudos de armas y 12 murales, dos de ellos con pensamientos de Lázaro Cárdenas; en el primero de ellos se lee: "La revolución debe de tener un solo frente de lucha en toda la República"; el segundo dice: "La patria no es una simple eclosión de entusiasmo, sino más bien y sobre todo, el disfrute en común de la riqueza de un territorio".
Estos trabajos de recuperación de murales fueron realizados por un restaurador experto que fue traído del Distrito Federal y que se encargó de estos trabajos.
MURALES DE MONTOYA, CON ALGUNOS DAÑOS
Pero también, aprovechando su estancia, se encargó de restaurar los murales que se encuentran en la planta baja, no así los de la planta alta, porque son de Francisco Montoya de la Cruz, y los familiares del pintor no lo permitieron, "ellos dijeron que esos murales los tiene que restaurar alguien de su confianza", por lo que ahí siguen sin ser restaurados.
Los murales de Montoya presentan algunos daños, pues muchas personas tallaron sus iniciales en el mural. Otros clavaron estacas o clavos grandes, que al sacarlos dejaron hoyos en el mural.
Todos estos murales fueron encontrados en las paredes que dan al exterior del primer patio, el mayor de todos, en el interior de los cuartos; sobre todo en la planta alta se encontraron algunos tapices o dibujos en los arcos de las puertas, los cuales se buscó la manera de protegerlos.
En la escalera principal se encontró un mural en la parte baja de donde se encuentra el monumento de Benito Juárez, sin embargo no se recuperó porque se encontraba sumamente dañado.
También se recuperaron los bienes de lo que fue la oficina del Gobernador de hace 40 años, muebles viejos que se quedarán exhibidos en alguna de las salas cuando se instale el museo.
Hasta ahora solo se ha concluido la primera etapa de rehabilitación, es decir, el primer patio y oficinas de los alrededores, y un pequeño patio trasero.
FALTA LA SEGUNDA ETAPA
Actualmente se trabaja en la segunda etapa de remodelación, que comprende el segundo patio hasta colindar con el Museo de Arqueología Ganot-Peschard.
Esta segunda etapa de rehabilitación deberá de estar terminada a más tardar el último día de este año; "trabajamos a marchas forzadas para concluirlo en el tiempo establecido", comenta.
En esta etapa, señala, se encuentra la parte más dañada del inmueble, sobre todo porque cualquier gobierno que llegaba hacía remodelaciones y metía nuevas oficinas, dañando las paredes originales.
En esta segunda etapa y en todo lo que comprende el segundo patio no se encontró ningún mural.
José antonio rodríguez / El Siglo de Durango
