Cambios. El presidente de EU, Barack Obama, junto al secretario de Defensa Leon Panetta (2i), y al jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey.
El presidente estadounidense Barack Obama anunció una nueva estrategia militar que resultará en un progresivo recorte en el gasto, lo cual reducirá el tamaño de las fuerzas armadas.
El mandatario indicó empero que la estrategia no se dará a expensas de la seguridad nacional ni de las responsabilidades globales que demanda su rol como la nación con el mayor poderío militar del mundo.
'Sí, nuestro Ejército será de menor tamaño, pero el mundo debe saber que Estados Unidos va a mantener su superioridad militar con fuerzas armadas que sean ágiles, flexibles y listas para (responder a) un amplio rango de contingencias y amenazas', dijo.
También señaló que los cambios responden a las nuevas realidades internas y externas que enfrenta Estados Unidos.
Por un lado, 'eso incluye poner nuestra situación fiscal en orden' y el fin de la guerra en Irak y el eventual retiro de Afganistán, naciones donde en un momento determinado Estados Unidos mantuvo 180 mil tropas.
El mandatario aludió igualmente el éxito del país en la lucha contra el terrorismo, todo lo cual ha colocado a Estados Unidos en un momento de transición en el frente militar.
'Aun con nuestras fuerzas prevaleciendo en las misiones de hoy en día, tenemos la oportunidad y responsabilidad de mirar hacia adelante respecto a la fuerza que necesitamos para el futuro', dijo hablando en El Pentágono.
El mandatario insistió que la nueva estrategia será conducida de manera responsable, pues 'la seguridad de nuestra nación y las vidas de nuestros hombres y mujeres en uniformes depende de ello'.
En este sentido Obama reitero que Estados Unidos mantendrá sus alianzas estratégicas con la OTAN, 'y vamos a mantenernos vigilantes, especialmente en Medio Oriente'.
Aunque las cifras definitivas involucradas en la nueva estrategia se darán a conocer en las próximas semanas, cuando la Casa Blanca divulgue su presupuesto para 2013, Obama anticipó que el gasto continuará siendo mayor al ejercido por la administración anterior.
Un día anterior a esta designación el Gobierno de Estados Unidos había creado una oficina para combatir el terrorismo.
El presidente anunció que se reformará gradualmente las fuerzas armadas, poniendo el acento en la lucha contra el terrorismo, mantener el disuasivo nuclear, proteger el territorio nacional y "disuadir y derrotar la agresión de cualquier adversario en potencia".
Estas misiones no son nuevas y Obama no anunció nuevas iniciativas o dispositivos de defensa. Dijo que las fuerzas armadas conservarán buena parte de sus objetivos recientes, salvo el de librar un conflicto prolongado en gran escala como la misión en Irak o la guerra aún en curso en Afganistán.