Reflexionan con un 'oink'
Los cerdos no tienen voz, sin embargo, el que visitó ayer Torreón habló, lloró, hizo un sinfín de "oinks", gimió, sufrió y de paso tocó las fibras más sensibles de cientos de laguneros.
Jesús Ochoa, alejado de sus personajes "Adriano" -Por Ella Soy Eva- o "Chema" -Salvando al Soldado Pérez-, dio una cátedra de actuación ayer con la puesta en escena de El Cerdo, para la cual, el escenario del Teatro Nazas se convirtió en todo un chiquero.
La primera función programada para las 7:15 de la tarde reunió a cerca de 500 espectadores, en su mayoría adultos; pocos jóvenes acudieron al llamado de Ochoa.
A la hora exacta se dio la tercera llamada y con ésta el actor inició el monólogo, basado en la novela Estrategia Para Dos Jamones del dramaturgo francés Raymond Cousse.
"Sigo aquí, otro día más. Salió el sol, estoy solo y todo parece indicar que seguiré así hasta el final", estas fueron las primeras palabras que pronunció el histrión y continuó describiendo el hábitat en el que se encontraba conformado por siete focos, una hielera, una cubeta, una cobija y una alcancía de puerquito.
Desde ese instante Jesús acaparó la atención de los asistentes, entre ellos un señor que no apagó su celular y sonó justo en el desarrollo de la puesta en escena causando enojo entre quienes se encontraban a su costado.
El oriundo de Sonora representó a un porcino que está a punto de morir. Durante sus últimas 12 horas vive verdaderos pasajes dramáticos, pero también de comedia.
UNA METÁFORA DEL SER HUMANO
Sin más ni menos el "cerdito" se transformó en un filósofo que criticó el día a día, la política o el consumismo; se volvió una metáfora del ser humano afrontando su propio destino y desde esa perspectiva entregó una reflexión que abordó alegrías, añoranzas, frustraciones o sufrimientos.
"Los políticos sólo hablan de lo que les interesa a ellos, nunca hablan de lo que a mí como cerdo me interesa", de esta manera le "tiró" el artista a los "polacos" del país, los cuales ya habían sido reprendidos el sábado en la región por Café Tacvba.
Los espectadores del área de orquesta vieron mucho más de cerca al cerdo, ya que para darle más realismo a uno de sus diálogos unipersonales el actor bajó del entarimado y corrió de un lado a otro sobre las primeras filas.
Ochoa deleitó con un trabajo histriónico excepcional, en el que por momentos se le veía desesperado como parte del comportamiento de su mamífero personaje y de manera contrastante lucía pasivo analizando por qué ya no lo alimentaban como antes, un indicio de que se acercaba su desenlace.
"Me quitan el alimento porque mi destino está próximo", dijo nuevamente ofuscado, sin embargo, luego él mismo pidió ser sacrificado con dignidad, expresando: "Tomen y coman todos de mí... jamón, chorizo, chicharrón…".
En un solo acto, el monólogo logró que muchos de los asistentes hicieran conciencia sobre las diversas "pruebas" que pone la vida, aunque de igual manera, entre el público de la primera función pudo verse algunos rostros confundidos tal vez porque no lograron "devorarse al cerdito", como Ochoa dijo en una entrevista con este diario refiriéndose a que la mayoría de quienes ven la obra han quedado fascinados por el contexto.
Al concluir la presentación, la gente aplaudió efusivamente y de pie al actor, quien sonrió a más no poder como una manera de agradecimiento y se fue no sin antes exclamar: "Torreón, me han tratado a toda mad... Y que viva el Santos".
Se las daría a Del Toro
Después de la primera función, Jesús Ochoa platicó con este diario de su obra El Cerdo y además dijo que les daría las “nal...” a Guillermo del Toro con tal de trabajar con él. “En serio que daría las nal... Con tal de trabajar con el gordo Del Toro, es uno de mis anhelos”.
Por otro lado, el actor mencionó que dicho monólogo le ha dado decenas de satisfacciones y se mostró emocionado por visitar La Laguna.
Ríen y se conmueven
Estas fueron algunas de las frases de la obra:
* “Mantenerme en la ignorancia es necesario para mi tranquilidad”.
* “Cuando más se nos alimenta en cantidad y calidad mejor para todos”.
* “No te dejes vencer, me decía a mí mismo para levantarme la moral”.
* “Engordar para morir ese es nuestro destino”.