La discusión de la Iniciativa Preferente para la reforma laboral que el presidente Calderón envió al Congreso y que tras de su discusión a nivel Comisión será presentada hoy al Pleno de la Cámara de Diputados, toca algunos puntos de fondo y muy trascendentes porque marcarán para muchos años por venir un nuevo capítulo en el área obrero-patronal.
Uno de éstos el de la "subcontratación", conocida internacionalmente como "outsourcing" o contratación externa de servicios, que aparece en el artículo 15° de la iniciativa. El extenso uso que hacemos en México de la subcontratación, tanto en la empresa privada como en los organismos públicos federales y estatales, es un hecho por todos conocidos. La ley actual no permite que ello se haga para aislar a la empresa de las obligaciones inherentes al derecho de los trabajadores. La iniciativa en estudio reafirma la solidaridad fiscal y laboral de la empresa de servicios con la empresa que la contrató. Con el objeto de proteger los derechos de los trabajadores de la empresa subcontratada, ésta debe de comprobar que tiene la capacidad para hacer frente a tales responsabilidades.
Un buen número de empresas de servicio procesa o ensambla productos que forman una alta proporción de nuestro comercio exterior, sea como exportación de artículos con un alto porcentaje de insumos y componentes extranjeros, sea en una fuerte corriente de importación de bienes "intermedios". A su vez miles de empresas ensambladoras en todo el mundo colocan a nuestra fuerza laboral en frontal competencia con sus trabajadores. Maquiladores todos, concurrimos en los mercados mundiales. Las nuevas flexibilidades que la reforma laboral en estudio propone ayudarán a mantener internacionalmente competitiva a nuestra mano de obra.
En razón de su propia precariedad, en México irán reduciéndose las empresas "subcontratadas" creadas, por temor a estructuras legales diseñadas para favorecer al trabajador en caso de conflictos, para aislar a la contratante de sus responsabilidades laborales. Otras, en cambio, las de verdadero servicio constituidas para proporcionar insumos físicos o servicios a diversos clientes, podrían ir en aumento.
Al lado de las necesarias precisiones en materia de "outsourcing", la modernización de las relaciones obrero-patronales prevista en la iniciativa preferente incluye los nuevos contratos de trabajo por hora o período determinado y los temporales de prueba vinculados a capacitación. Esta flexibilización puede facilitar la contratación de jóvenes, vasto recurso productivo nacional, cuyo empleo urge reclutar incluso aunque sólo fuera para aliviar las crecientes tensiones sociales que existen.
Las reformas a una ley, que data desde los años setenta, está resultando, como se sabía, una relojería de negociaciones simultáneas en varios frentes que fue posponiéndose por las trabas e inercias legislativas que eran reflejo de posiciones e intereses políticos, gremiales y electoreros. El resultado exitoso aún en curso, fue impulsado por el inteligente uso que el presidente Calderón hizo de su nueva prerrogativa de presentar iniciativas preferentes que el Congreso tiene que dictaminar y despachar en 30 días.
Las resistencias a la pronta aprobación surgen, como era de esperarse, de los partidos de izquierda que, como siempre, con más prejuicios que razones, frenan todo lo que del Gobierno proviene. El PAN, puede ir viendo con satisfacción, que su insistencia a lo largo de varios años, está dando frutos, aunque sea a costos extremadamente altos. El desarrollo de la democracia atraviesa lo político.
El PRI, en cambio, con un sentido de urgencia para lucir un regreso triunfal al poder presidencial, aprueba dicha Iniciativa en lo general, por el sentido común. Estos tiempos de tensiones económicas y sociales en todo el mundo así lo indican. Rechazó, empero, el tema de la transparencia sindical, evitando así un choque y la enemistad con las centrales que tan leales y útiles le han sido a lo largo de sus décadas en el poder. Y estrecho apoyo para lo más deleznable de la imagen sindical, demuestra que el PRI no ha cambiado un ápice. Es el mismo de siempre.
Buena jugada la de Calderón al insertar en su Iniciativa Preferente el tema de la transparencia en las cuotas sindicales para exhibir urbi et orbi a un PRI que se proclama redimido y recién salido del Jordán.
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