Apoyo. Enrique Peña Nieto acompañado por Manuel Espino, Rosario Robles y René Arce, participando en una reunión con exintegrantes de partidos políticos, en Ciudad de México.
Los expresidentes de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) Manuel Espino y Rosario Robles, respectivamente, firmaron un acuerdo de apoyo a Enrique Peña Nieto, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de México.
El Plan de Concertación Mexicana fue suscrito también por los expanistas Lía Limón y Jannete Moisés Ramírez, los experredistas Ramón Sosamontes y el senador René Arce y los miembros de su corriente, así como por el exdirigente del desaparecido Partido Socialdemócrata Alberto Begné, entre otros.
Manuel Espino aseguró que con la forma de gobernar de Peña Nieto "México estará mejor".
Por su parte, René Arce rechazó que los firmantes busquen beneficios y aclaró que el apoyo al candidato del PRI no es "incondicional", sino que estará sujeto a las acciones de su Gobierno.
En su intervención, Peña Nieto resaltó el respaldo de dirigentes que representan distintas posiciones ideológicas y partidistas, que están unidas por el interés que México sea un país democrático y que la democracia sirva a la sociedad, precisó.
En este acuerdo "no estamos volteando ni a la izquierda ni a la derecha; estamos viendo al frente, queremos ver hacia el futuro" por el bien de México, aseguró.
Peña admitió que en los últimos años se lograron avances en la transición democrática, pero consideró que fueron insuficientes, y aseguró que entre los mexicanos hay descontento y frustración por la falta de beneficios. Insistió en que quienes firmaron el Plan de Concertación Mexicana se ven identificados no por las ideologías, sino por "el México que queremos construir para esta sociedad y para las futuras generaciones".
Niega alcoholismo
Manuel Espino, exdirigente nacional del PAN, aseguró que no es un borracho consuetudinario y que terminó en "El Torito" el fin de semana sólo porque querían "fastidiarlo".
Entrevistado luego de firmar el convenio con Enrique Peña Nieto, el dirigente de Volver a Empezar fustigó a quienes se han escandalizado sólo porque no pasó el alcoholímetro.
"No soy un borracho consuetudinario ni tomo trabajando, estaba en mi casa", dijo.
"Que no se hagan los puros y castos los cab... que se están tirando al piso".
El expanista aseguró que está dispuesto a cumplir con la totalidad de las 20 horas de arresto que le fueron impuestas, de la cuales pagó sólo ocho, tras conseguir un amparo que lo liberó temporalmente.
"Voy a regresar voluntariamente. Voy a saludar a algunos amigos que hice ahí", señaló.