Regresa Septiembre 11. Después de tres años de estar suspendido, el juicio contra cinco presuntos terroristas es abierto en Guantánamo.
Cinco individuos acusados de planear los ataques del 11 de Septiembre, entre ellos uno que se declaró el autor intelectual, regresan hoy sábado a un tribunal militar en Guantánamo, más de tres años después de que el presidente Barack Obama aplazara el caso en un fallido intento por trasladarlo a un tribunal civil y cerrar la prisión en la base estadounidense en Cuba.
En esta ocasión, los acusados podrían impugnar los cargos en su contra.
Khalid Sheikh Mohammed, quien afirmó a las autoridades militares que era responsable de planear los ataques "desde la A a la Z", se mofó antes del tribunal y dijo que él celebraría que los sentenciaran a muerte. El coacusado con Sheikh, Ramzi Binalshibh, dijo al tribunal que se sentía orgulloso de los ataques.
Sin embargo, Jim Harrington, el abogado civil de Binalshibh, dijo que es previsible que los acusados impugnen las acusaciones en su contra, que incluyen asesinato y terrorismo, y que conllevan posiblemente la pena de muerte. "Binashibh no tiene intención de declararse culpable", manifestó Harrington. "No creo que alguien vaya a declararse culpable", apuntó, aunque declinó precisar en qué basaría la defensa de Binalshibh. Los abogados de Mohammed no respondieron a los mensajes en los que se les solicitaban que comentaran sobre el caso.
Los acusados jamás solicitaron declararse culpables en audiencias anteriores, sin embargo, Mohammed señaló al tribunal que confesaría haber planificado los ataques y que esperaba convertirse en "mártir". Criticó al sistema de la justicia militar y afirmó que "tras torturarnos, nos transfirieron a la tierra de la inquisición en Guantánamo".
Ahora, los acusados han tenido tiempo para reconsiderar su defensa tras un período de tres años en los que el Congreso y el presidente reformaron esos tribunales a los que se conoce como comisiones militares (cortes marciales).
"No estoy seguro de que entonces realmente comprendieran las repercusiones del asunto", señaló Harrington.
A la lectura el sábado de las acusaciones formales contra los procesados, ante un público que incluye un grupo de personas que perdieron familiares en los ataques del 11 de Septiembre así como periodistas y observadores de derechos humanos, seguirá una audiencia, dentro de una serie de recursos de la defensa para impugnar los cargos y las normas de extremo secreto impuestas para impedir que se difunda información sobre los métodos y estrategia antiterroristas de Estados Unidos.
El inicio del juicio tardará cuando menos un año.
Los cinco acusados serán mantenidos en una sección de Guantánamo bajo estrictas medidas de seguridad, tanto que incluso la ubicación exacta es mantenida en secreto. Este lugar es una prisión dentro de la prisión y se le conoce como Campamento Siete.
No se ha visto a los procesados en público desde el día posterior a que Obama asumiera la presidencia, cuando la comisión efectuó a una audiencia para la continuarles el caso.
Las nuevas normas adoptadas por el Congreso y Obama prohíben la utilización de testimonios obtenidos mediante trato cruel o tortura.