Actuación. Tendrá protagónico en la película ‘A Glimpse Inside The Mind’, gracias al director Roman Coppola.
Charlie Sheen, el actor más polémico de los Estados Unidos, regresará por la puerta grande del cine el próximo año con el protagónico de A Glimpse Inside the Mind of Charlie Swan III, en el que, a decir de su director, Roman Coppola, regala la mejor actuación de su carrera.
El cineasta estadounidense, hijo del legendario Francis Ford Coppola y hermano de la realizadora Sofia Coppola, se reconoció complacido por tener al ex estrella de Two and a Half Men para contar, a manera de comedia, la historia de un diseñador gráfico que experimenta un rompimiento amoroso.
"Su personaje tiene matices muy complejos. A mi parecer, ésta es la mejor actuación que él ha dado en su vida, y eso ya es mucho decir", dijo Roman en entrevista telefónica.
El largometraje, en el que también participan Mary Elizabeth Winstead, Bill Murray y Jason Schwartzman, abofeteará a quienes piensan que Sheen es un actor mediano y sobrevalorado, y que sólo brilla por sus escándalos, prometió Coppola.
"La gente sólo ve sus crisis y Two and a Half Men, pero se olvida de los grandes trabajos que hizo, como Pelotón o El Poder y la Avaricia, con Oliver Stone. Pero él es un gran, gran actor. Mi papá se la pasa diciéndome que me saqué la lotería, porque Charlie es un tremendo actor", afirma Coppola.
A Glimpse Inside the Mind of Charlie Swan III es, de acuerdo con el usual coguionista de Viaje a Darjeeling, un revulsivo a las comedias de rompimientos.
"Es el punto de vista de un hombre sobre un rompimiento, sobre cómo se siente. ¿Debe buscar otra relación?, ¿sigue amando a esa persona?, ¿la odia? Está contada de una manera muy fantasiosa, con muchos flashbacks. Espero que conecte con el público".
Nacido en el seno de una de las familias más poderosas del cine, Roman, de 47 años, creció en el ambiente fílmico, entre alfombras rojas y entrevistas de Francis Ford, y hasta actuando sin crédito en El Padrino y El Padrino II.
Con el tiempo, dirigió segundas unidades en largometrajes de su padre (Drácula, de Bram Stoker) y su hermana (Perdidos en Tokio), pero eso, reconoció, no lo influyó en su manera de entender el cine.
