El Ejército Libre de Siria (ELS) y un grupo rebelde islamista reivindicaron hoy el atentado suicida contra el edificio de Seguridad Nacional en Damasco, en el que murieron el ministro de Defensa y el cuñado del presidente sirio Bashar al-Assad.
El vocero de ELS en Siria, Sami Kurdi, se atribuyó el ataque y explicó que éste se llevó a cabo en coordinación con los escoltas de algunos responsables políticos que estaban dentro del edificio.
El grupo rebelde Liwa al-Islam, cuyo nombre significa “Brigada del Islam”, informó en un comunicado publicado en su página de Facebook que el objetivo del atentado fue “la llamada sala de control de crisis en Damasco”, según la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
“Informamos con alegría al pueblo sirio y especialmente a los habitantes de la capital que el Centro de Seguridad Nacional, que incluye la célula de crisis, ha sido alcanzado por un explosivo de la brigada Sayed al Shuhada de Liwa al-Islam”, según el comunicado.
El ministro sirio de Defensa, Daud Rajha, y el viceministro de Defensa, Assef Shawkat, cuñado del presidente Bashar al-Assad, murieron en el atentado contra el edificio de Seguridad Nacional durante una reunión de ministros del gabinete y altos funcionarios de Seguridad.
Además, el jefe de inteligencia del gobierno sirio, Hisham Bekhtyar, resultó herido de gravedad y es sometido a una cirugía, mientras el ministro del Interior, Mohammad Ibrahim al-Shaar, también fue lesionado, pero su “condición es estable”, según la televisión siria.
La muerte de Rajha y Shawkat, esposo de la hermana del presidente sirio, Bushra, supone un durísimo golpe para al-Asad.
Según la agencia siria de noticias SANA, el atentado ha sido perpetrado por un guardaespaldas del fallecido ministro de Defensa durante una reunión de la cúpula de seguridad.
Horas después, el Ejército del régimen sirio advirtió que perseguirá a los autores del atentado para eliminarlos y “limpiar la patria de maldad”, reportó la televisión estatal siria.
“Las Fuerzas Armadas están decididas a exterminar las bandas de asesinos y criminales y perseguirlas donde quiera que vayan”. “Quienquiera que piense que por atacar a algunos jefes militares va a torcer el brazo de Siria, está delirando”, dijo el ejército sirio.
El ministro sirio de Información, Omran Zoabi, condenó el atentado, al que calificó de “cobarde”, mientras el gobierno sirio nombró al general Fahad Jassim Al-Freij como nuevo ministro de Defensa.
El atentado se produce cuando este miércoles se cumplen cuatro días de cruentos enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales en algunos barrios de Damasco, entre ellos Al Midan y Al Qabun.
Tras el ataque contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco, al menos cinco explosiones se escucharon en la capital siria cerca de la base de la Cuarta División, según testigos citados por medios árabes.