Catorce años después de subirse a uno de los últimos camiones de la extinta Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, Altos Hornos de México está pidiendo parada.
La firma con sede central en Monclova quiere dejar atrás el larguísimo paréntesis para pagarle a sus acreedores… digo, los que hayan sobrevivido.
La deuda que en aquel lejano 1998 alcanzaba 2 mil 800 millones de dólares se saldaría con menos de la quinta parte, es decir 500, por más que en el camino salieron del pantano cuatro de las filiales de la controladora de la firma, es decir, Minera Carbonífera Río Escondido, conocida como Micare; Minerales Monclova, Minera del Norte y Cerro del Mercado.
El negocio del milenio en la magia de la suspensión de pagos.
El recurso se cubriría en tres años, con la desventaja adicional para los acreedores que se respetará el tipo de cambio de la fecha en que AHMSA dejó de pagarles, es decir, 9.80.
Desatado el escándalo durante el sexenio zedillista, los decibeles subirían al máximo cuando el Grupo Acerero del Norte acusó a Banamex de tomar "a lo chino" acciones en prenda en la fase previa a la suspensión de pagos.
Más allá, se perseguiría al presidente de éste, Xavier Autrey, por supuesta evasión fiscal de la firma, salpicándole la denuncia al entonces vicepresidente, Alonso Ancira, además de a todos los integrantes del Consejo de Administración.
El reclamo de la Secretaría de Hacienda, colocadas cuatro querellas en la mesa, era una presunta omisión en el pago del Impuesto sobre la Renta retenido previamente a los trabajadores por 24 millones 695 mil pesos, o si lo prefiere 2 millones 295 mil dólares.
El delito se tipificó como defraudación fiscal equiparada. Los directivos huyeron del país, autocalificándose de perseguidos políticos.
En otro capítulo nebuloso, hete aquí que la propia Secretaría de Hacienda pagó por su cuenta una parte de la deuda externa de Altos Hornos de México, bajo el pretexto de que el gobierno había firmado como aval.
Según la dependencia, de no haberse actuado así existía el riesgo de que los calificadores de deuda de los Estados Unidos despojaran a México de su tesoro más preciado: la calidad de grado de inversión o solvencia plena alcanzada para la deuda soberana.
El recurso erogado quedó volando al negarse Xavier Autrey y Alonso Ancira a cubrirlo, alegando, justo, que la firma estaba en suspensión de pagos.
Quién le manda al gobierno andar otorgando avales.
Naturalmente, los bancos acreedores de la empresa siderúrgica hicieron cola ante la dependencia para recibir el mismo trato.
Ahora que al fragor del escándalo, integrado un comité de bancos acreedores que jamás pudo lograr la firma de un convenio de reestructura de la colosal deuda, aferrado Altos Hornos de México en exigir una quita de 75%, se denunciaron dispendios sin fin de los accionistas de la empresa.
Se hablaba de aviones para uso personal; de flotillas de camionetas blindadas; de bonos de actuación sin fin…
Empresas pobres y empresarios ricos, decía el ex presidente José López Portillo.
La paradoja del caso es que en 2006 el Bank of America vendería la deuda de Altos Hornos de México a 10 centavos de cada dólar, es decir, a la décima parte de su valor.
Desde otro ángulo, la empresa recibió una oferta de compra por parte de Industrias Monterrey, cancelándose la operación al cuarto para las 12… procedimiento que se volvería común en cada intento de reestructura.
Naturalmente, en la etapa de suspensión de pagos la empresa logró levantar la cabeza, al punto de anunciar un ambicioso programa de resurrección, apuntalado por la colosal demanda de acero de China.
Sin el molesto griterío de los acreedores a los que venció el cansancio, la empresa se levantó de la lona para volver a pelear al tú por tú con las principales firmas latinoamericanas, pese a que el fenómeno chino hoy actúa al revés. De dominar la demanda, ahora domina la oferta de acero a nivel global.
Renace Altos Hornos de México.
La lista de damnificados alcanza a bancos de desarrollo como el Bancomext y Banobras, a la mitad del sistema financiero mexicano y a una docena de intermediarias extranjeras, en paralelo, naturalmente, a la Secretaría de Hacienda.
El camino fácil.
Obcecado en reelegirse por un año más en la presidencia de la Canacintra, su presidente, Sergio Cervantes, está lanzando una campaña de lodo contra su principal opositor, Rodrigo Alpizar.
De la mano de Miguel Marón, quien le dejó el cargo para ocupar la subsecretaría de la pequeña y mediana empresa en Economía, el dirigente le ha puesto una y otra zancadillas al rival.
En la cumbre de la campaña, la dependencia pública lo acusó de haber desviado 13.9 millones de pesos del Fondo PyME, vía la Red Nacional de Activación Productiva que encabeza.
La querella se planteó ante la PGR.
El caso es que la propia Secretaría de Economía, presentó un informe sobre el Centro de Articulación Productiva y Desarrollo Tecnológico de la Industria Metalmecánica, en el que concluye que la red finalizó sin problemas en cada una de las estrategias apoyadas.
Textualmente se señala que "se lograron las metas e impactos propuestos".
Lo raro del caso, además, es que el organismo encabezado por Alpizar fue galardonado en agosto de 2007 por "la mejor práctica PyME".
Se trata, pues, de sacarlo de la jugada.
FAVORITA DEL REY
En convocatoria al insólito, hete aquí que tras haberle levantado el brazo a la firma farmacéutica Maypo en una licitación pública para un contrato de suministro de fármacos por tres años, el Instituto Nacional de Cancerología, 25 días después, no puede firmar éste ante el incumplimiento de requisitos por parte de la firma ganadora.
Esta no ha cumplido con 10% de las cartas de apoyo de los laboratorios fabricantes.
Lo raro del asunto es que la subdirección de Recursos Materiales del organismo ya le solicitó a la empresa en entredicho dos órdenes de servicio, marcadas como RM-P-12/003 y RM-P-12/004.
La denuncia por parte de las firmas que ofrecen el servicio con todos los requisitos reclamados en las bases de licitación, ya se colocó ante la Secretaría de la Función Pública.
OTRA REESTRUCTURA DE VITRO
En los próximos días la juez Cuarta de Distrito en Materia Civil y del Trabajo con sede en Monterrey, Sandra López Barajas, cerrará el concurso mercantil a que se acogió voluntariamente otra de las filiales del Grupo Vitro: Vitro Packaging de México.
La firma que cumple tareas de comercialización está radicada en Estados Unidos.
La masa crítica de la reestructura, a contrapelo de las presiones de los tenedores de bonos de deuda de la matriz, no incluye a éstos.