El segundo vicepresidente de Perú, Omar Chehade, renunció a su cargo tras verse comprometido e investigado en un caso de presunto tráfico de influencias.
La renuncia de Chehade, quien también es legislador, se produjo en momentos en que el Congreso se aprestaba a debatir su desafuero e inhabilitación.
Chehade señaló en su carta de dimisión dirigida al presidente del Congreso Daniel Abugattás, que decidió alejarse del Ejecutivo para "no causar perjuicio a la buena imagen del gobierno".
Chehade fue abogado del presidente Ollanta Humala y uno de sus más cercanos colaboradores durante la campaña electoral.