El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que en lo que va de este año se han realizado unas 52 mil repatriaciones de connacionales, a través de las fronteras de Sonora con Estados Unidos.
El delegado del INM en la entidad, Alejandro Salas Domínguez, indicó en entrevista que el 80 por ciento de esas repatriaciones han sido desde la fronteriza ciudad de Nogales, las cuales suman más de 40 mil durante 2012.
Consideró que no existe la certeza de que se respeten los acuerdos migratorios para realizar los procesos de repatriación por parte de las autoridades migratorias del vecino país del norte.
“Hay ocasiones en que son enviados a nuestro país algunos paisanos fuera de horario, en las noches o nos mandan a personas que no son mexicanos y tenemos que revisar todo eso”, mencionó.
Planteó que entre un 15 y 20 por ciento de las repatriaciones no cumplen con los protocolos establecidos para ello, por lo que es necesario negociar con las autoridades del vecino país para que éstas se realicen de la manera más humanitaria posible.
"Lo malo es que no hay nada que obligue a las autoridades norteamericanas a actuar de alguna manera en la repatriación, porque son acuerdos de buena fe, no hay ley que obligue", externó.
Aún son numerosas las repatriaciones de connacionales por las fronteras sonorenses, pero éstas han disminuido porque muchos de los detenidos en territorio estadunidense son regresados a México por fronteras de Baja California, principalmente Tijuana, así como Chihuahua o Tamaulipas, precisó.
Descartó que eso se trate de un castigo intencionado para los migrantes, sino que, dijo, es una forma de las autoridades estadunidenses de desarticular la simbiosis del migrante y el “pollero” para que sea difícil volver a engancharlos.