Según el jefe de Estado, el 2012 ha sido el año más exitoso en la neutralización de los jefes de las FARC, la mayor y más antigua guerrilla de Colombia, con la baja en combate de 13 de ellos en distintas zonas de este país sudamericano. EFE
El presidente colombiano Juan Manuel Santos defendió hoy los avances en seguridad bajo su gobierno, en el cual han sido abatidos importantes jefes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Desde la localidad de Rionegro, en el noroccidental departamento de Antioquia, el mandatario afirmó que los resultados en materia de lucha contrainsurgente han sido tan importantes, que grupos como las FARC pretenden un cambio en la estrategia.
Santos aclaró que "parte de la política de seguridad pasa desapercibida porque no sucede. Eso quiere decir que hay muchas operaciones de prevención, es mucho lo que se evita, actos terroristas que se desmantelan antes de que ocurran".
Según el jefe de Estado, el 2012 ha sido el año más exitoso en la neutralización de los jefes de las FARC, la mayor y más antigua guerrilla de Colombia, con la baja en combate de 13 de ellos en distintas zonas de este país sudamericano.
Resaltó que en el primer semestre de este año, las acciones de ese grupo rebelde se concentraron en 17 de los mil 100 municipios del país, donde sólo habita el 1.2 por ciento del total de la población nacional.
El balance lo presentó Santos en medio de críticas de su antecesor, Alvaro Uribe Vélez, quien acusó el viernes pasado al actual mandatario de "quebrar el huevito de la seguridad” que él dejó “fecundado" en su administración (2002-2010).
Santos recordó que bajo su gobierno, fueron abatidos los dos integrantes más representativos del Secretariado de las FARC, Alfonso Cano y Jorge Briceño, alias "Mono Jojoy", en operaciones militares.
Además, se han neutralizado 15 mil 31 individuos al margen de la ley, de los cuales seis mil 855 eran de las FARC, 955 del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) y siete mil 221 de las bandas criminales al servicio de la mafia.
Las críticas de Uribe Vélez arreciaron en la última semana ante los continuos ataques de la guerrilla a unidades militares, oleoductos y redes eléctricas, la mayoría en zonas fronterizas con Venezuela, Perú y Ecuador.